La reciente propuesta de la Ley de Financiamiento presentada por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ha generado preocupación en diversos sectores económicos, incluidos los concesionarios de vehículos.
A través de un análisis realizado por Aconauto, se puso en evidencia la carga tributaria que enfrentan los colombianos para comprar carro nuevo, así como los impuestos adicionales que deben pagar anualmente por su operación y mantenimiento.
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En Colombia, donde la edad promedio del parque automotor es de 20 años, resulta urgente promover la modernización del sector mediante vehículos más seguros y con tecnologías más limpias. No obstante, el incremento de impuestos a los automóviles parece ir en dirección contraria a las políticas medioambientales y de seguridad que se buscan impulsar.
Impuestos que aumentan el costo de los vehículos
Uno de los principales factores que influyen en el precio final de un carro nuevo en Colombia es el arancel, el cual depende del país de origen y de los acuerdos comerciales vigentes.
Los automóviles provenientes de países sin Tratados de Libre Comercio (TLC) con Colombia, como China, Malasia e India, enfrentan un arancel del 35 % sobre su valor FOB (libre a bordo), lo que incrementa significativamente su costo.
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Por otro lado, los vehículos de países con TLC, como Estados Unidos, México, Canadá y algunos países europeos, no pagan aranceles, mientras que los autos fabricados en Argentina y Brasil se benefician de un esquema de cupos que les permite ingresar sin aranceles en determinadas condiciones. Aunque cabe recordar que ese acuerdo con Brasil finalizará.
IVA y otros impuestos
El impuesto sobre el valor agregado (IVA) es otro factor que encarece el costo de los vehículos nuevos en Colombia. Este impuesto es del 19 % para la mayoría de los carros, al que se suma el Impuesto al Consumo (Impoconsumo) del 8 %. En el caso de vehículos más costosos, como SUVs y pickups que superan los 30.000 dólares, el Impoconsumo asciende al 16 %.
Los vehículos híbridos y eléctricos, en su búsqueda por fomentar tecnologías más limpias, tienen un tratamiento tributario diferenciado. Los híbridos pagan un IVA reducido del 5 % y un Impoconsumo que varía entre el 8 % y el 16 % dependiendo de su valor, mientras que los eléctricos solo están gravados con el 5 % de IVA y no pagan Impoconsumo. Pero el Gobierno quiere reajustarles al 19 % el IVA a los híbridos.
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Más allá del precio de compra
El costo de estrenar un carro en Colombia no se limita únicamente a los impuestos al momento de la compra. Los nuevos propietarios también deben asumir otros gastos como la matrícula, el impuesto de rodamiento y el pago obligatorio del Soat, que, si bien no es un impuesto, es un requisito indispensable para circular.
A esta cascada de costos se le suman las tarifas locales, como el impuesto de semaforización, lo que lleva a que, al final, el precio de adquirir y mantener un vehículo nuevo sea considerablemente alto.
¿Qué proponen los concesionarios?
Ante este panorama, los concesionarios agremiados en Aconauto propusieron al Gobierno un plan de modernización del parque automotor que contemple la reducción de impuestos. Según el gremio, una disminución en la carga tributaria podría estimular la compra de vehículos nuevos, lo que a su vez generaría un aumento en el recaudo fiscal gracias a un mayor volumen de ventas.
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Finalmente, Aconauto hizo un llamado al Ejecutivo para que evalúe con mayor precisión las implicaciones de las políticas tributarias sobre el sector automotor