“Buscamos llevar infraestructura, educación y entrenamiento para el desarrollo del tejido social a partir del tendero que es un líder comunitario”, dijo Bedoya.
“Con cada tendero se beneficien al menos 200 personas de su comunidad, lo apoyamos en su fortalecimiento individual, familiar, comunitario, y en su negocio, una tienda de paz más que una tienda se convierte en un centro de congregación de paz”, agregó el empresario.