En la última década, Colombia ha enfrentado una alarmante pérdida de 125,745 hectáreas de áreas teóricamente protegidas, como resultado de la deforestación. Durante la COP16, Luisz Olmedo Martínez Zamora, director de Parques Nacionales, habló con Blu Radio, donde destacó que el principal obstáculo en la protección de la biodiversidad colombiana es la guerra.
“Tenemos que salir de la guerra y construir la paz”, afirmó, enfatizó la necesidad de fortalecer el trabajo con comunidades locales y actores productivos en un enfoque territorial que incluya agricultura, turismo y educación. Solo a través de la colaboración se podrá generar un entorno saludable que permita a las generaciones futuras soñar con una vida mejor.
La deforestación ha sido identificada como el principal factor de degradación de la Amazonía colombiana, afectando la conectividad ecológica y los servicios ecosistémicos esenciales. Martínez Zamora advirtió que la destrucción de hábitats genera una ruptura en los ecosistemas, cuya recuperación puede ser compleja y costosa. A pesar de que menos del 6 % de la deforestación en Colombia ocurre en parques nacionales, se concentra en áreas críticas que requieren atención urgente.
"La deforestación en parques nacionales ha sentido una reducción considerable en los últimos años. Del total de la deforestación en Colombia, un poco menos del 6 % se ubica en parques nacionales y prácticamente el 80 % se concentra en unas áreas del sistema, estando las otras en un buen estado de conservación. Lo que nosotros procuramos es fortalecer las estrategias que nos permitan, no solo mantener conservado y en buen estado el parque nacional, sino lograr una transformación hacia afuera, generando dinámicas de conectividad", señaló.
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El análisis presentado en la COP reveló un alarmante aumento de la degradación entre 2017 y 2022, periodo durante el cual la guerra impactó severamente tanto a los ciudadanos como a la naturaleza. “Nuestro desafío de la paz con la naturaleza es un desafío de diálogo”, subrayó Martínez Zamora. La construcción de una paz duradera debe incluir no solo a las comunidades, sino también a la naturaleza en la planificación del desarrollo.
"Precisamente en la COP hemos presentado un análisis de los últimos 10 años de trabajo con las comunidades, en restauración, en ecoturismo, en diferentes procesos de planificación territorial, y hemos encontrado que la guerra es el principal actor que nos amenaza. La guerra nos afecta como ciudadanos, pero también a la naturaleza. En ese sentido tenemos que lograr superar esta fase de guerra y avanzar hacia una construcción de paz. En los últimos 10 años observamos un pico terrible de degradación, comprendido entre el año 2017 y el 2022, en donde se observa ostensiblemente una ruptura en esa dinámica de cuidado.” Dijo el director de Parque Naturales.
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Además, afirmó que la meta es clara y es avanzar hacia una Colombia donde la paz y la conservación de los ecosistemas vayan de la mano, garantizando un futuro sostenible para las próximas generaciones.