Desde hace varios años la explotación ilícita de maderas en Colombia ha arrasado con al menos cuatro mil hectáreas de bosques. Esta práctica se esconde, especialmente, en las selvas del Valle del Cauca, Chocó y Nariño, al occidente del país, según informó Noticias Caracol.
El llamado ‘choriceo’ es la manera en la que las mafias, que han sido perseguidas por cerca de dos años por el Ejército, Armada, Policía y Fiscalía, transportan los millones de árboles que deforestan de las selvas para llevarlos a aserraderos.
Según la crónica del noticiero, las autoridades no hablan de menos de 3 millones 400 mil árboles que han sido talados y extraídos, de manera ilegal, de zonas de reserva, los mismos que son transportados por ríos como el San Juan y el Naya.
“Ellos llevan esta madera hasta las riberas de los ríos, la sacan en una modalidad que se llama choriceo, donde encadenan los troncos, que pueden tener más de 3.4 metros cúbicos de madera. Encadenan esta madera en una especie de espina de pescado, con cadenas de 100 metros, y la fila puede alcanzar 1 o 2 kilómetros de extensión”, explicó el general Alejandro Barrera, director de la Policía de carabineros y protección ambiental, a Noticias Caracol.
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Estos criminales pueden llegar a talar 8 mil árboles, en su mayoría en vía de extinción, por hectárea y 300 al día, según datos y cifras de las autoridades.
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