El mercado de energías renovables en América Latina avanza, pero enfrenta retos relacionados con la diversificación, los costos de inversión y la adaptación tecnológica.
Sebastián Ospina, experto en financiación de energías renovables, destacó en una entrevista con El Radar, conducida por Ricardo Ospina, que aunque Colombia y otros países de la región tienen un potencial significativo en energías limpias
, el avance hacia una matriz energética más diversificada y sostenible sigue siendo un desafío.América Latina: una región en transición
Ospina explicó que, a diferencia de Estados Unidos y Europa, donde la transición energética
es una prioridad urgente, en América Latina, la dependencia de fuentes renovables tradicionales, como la hidroeléctrica en Colombia, ha retrasado la adopción masiva de nuevas tecnologías limpias.
“En Colombia, nuestra matriz energética es principalmente hidroeléctrica, lo que la hace más limpia en comparación con otras regiones del mundo. Esto hace que la transición hacia energías renovables no sea percibida como una necesidad inmediata”, afirmó el experto.
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Sin embargo, advirtió que la dependencia de una sola fuente de energía también conlleva riesgos y limita el desarrollo de alternativas como la solar y la eólica.El alto costo de la transición
Otro factor que ralentiza el avance es el costo de las tecnologías asociadas a las energías renovables
. Según Ospina, aunque los precios están disminuyendo a medida que las tecnologías maduran, la inversión inicial sigue siendo significativa. Esto, combinado con limitaciones en el acceso a financiamiento, frena el crecimiento del sector en países como Colombia y otros de la región.¿Qué son las energías renovables?
El concepto de energía renovable varía según el contexto y las definiciones nacionales, comentó Ospina. En términos generales, se refiere a fuentes de energía que se regeneran de forma natural, como la solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica y biomasa. En el caso colombiano, la matriz energética ya incluye una alta proporción de fuentes renovables gracias a la hidroeléctrica, pero la diversificación es clave para asegurar la resiliencia del sistema frente a fenómenos climáticos extremos o sequías.El camino hacia un futuro sostenible
A pesar de los desafíos, Ospina enfatizó que la capacidad y resiliencia del sistema energético colombiano ofrecen una base sólida para avanzar hacia una transición energética más inclusiva y sostenible. Sin embargo, esto requerirá políticas públicas favorables, incentivos financieros y una visión estratégica para atraer inversiones significativas al sector.
“Lograr una verdadera transición energética no solo depende de contar con recursos naturales, sino de la voluntad política y la capacidad de movilizar capital hacia las tecnologías que definirán el futuro energético de la región”, concluyó Ospina.
Con un potencial inmenso en recursos naturales, América Latina tiene la oportunidad de posicionarse como líder en energías renovables, siempre y cuando los gobiernos y el sector privado trabajen en conjunto para superar los obstáculos actuales.
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