EnBogotá , la temporada de lluvias ha generado un aumento significativo en la caída de árboles, lo que ha encendido las alarmas en la ciudad. Según Adriana Soto, secretaria de Ambiente de Bogotá, durante noviembre se han reportado 143 árboles caídos, incluidos tres que esta mañana afectaron la vía hacia La Calera y varios más en el norte de la ciudad.
"Con el invierno comienzan a ablandarse los suelos y se hace más probable la posibilidad de que los árboles caigan, lo cual es un fenómeno que hemos venido observando este año", explicó Soto durante una entrevista en el programa Mañanas Blu, con Néstor Morales.
La capital cuenta con aproximadamente 2.2 millones de árboles, de los cuales 1.4 millones están en espacios públicos. Sin embargo, las lluvias intensas y el deterioro natural han puesto en riesgo a más de 6400 ejemplares, según un censo reciente realizado por la Secretaría de Ambiente.
El llamado a la ciudadanía: reportar árboles en riesgo
Adriana Soto destacó la importancia de la participación ciudadana para identificar y reportar árboles en riesgo, una tarea fundamental para prevenir incidentes.
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"El llamado a la ciudadanía es que también nos ayuden a reportar esos árboles en riesgo a través de la línea 123. Este es el punto de entrada para que el Distrito pueda actuar rápidamente", afirmó.
La funcionaria indicó que existen señales claras para identificar un árbol en riesgo de caída, como troncos podridos, ramas secas, inclinaciones inusuales y raíces dañadas. Una vez reportados, la Secretaría evalúa la situación y, si es necesario, ordena la tala o la poda para mitigar el peligro.
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¿Quién decide la tala de un árbol en riesgo?
La decisión sobre la tala o el tratamiento de un árbol que represente peligro no es automática ni recae en una sola entidad.
"De acuerdo con la legislación, la Secretaría de Ambiente autoriza la poda o la tala de árboles en riesgo, pero la ejecución depende de otras entidades del Distrito", explicó Soto. Por ejemplo, si el árbol afecta la red eléctrica, corresponde al operador de alumbrado público realizar las labores, mientras que si está en una vía arterial, la responsabilidad es de la Unidad de Mantenimiento Vial.
Esta multiplicidad de intervinientes puede generar demoras en la atención, como señaló un ciudadano en el sector de La Floresta, donde un árbol cayó sobre una vivienda. Según el afectado, el incidente fue reportado previamente a las autoridades sin recibir una respuesta oportuna.
Además de los riesgos para la infraestructura y la seguridad de los habitantes, la caída de árboles también tiene implicaciones para el ecosistema urbano. Cada árbol cumple un papel crucial en la mitigación del cambio climático y la regulación de la calidad del aire en la ciudad.
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"Los árboles son seres vivos y tienen un ciclo de vida. Lo que estamos viendo es una combinación de factores naturales que están afectando su estabilidad", explicó Soto.
Por esta razón, las autoridades han intensificado los esfuerzos para evaluar las zonas más vulnerables y garantizar el manejo adecuado del arbolado urbano. Sin embargo, Soto enfatizó que el cuidado y mantenimiento preventivo también es una tarea compartida con la ciudadanía.
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"Estamos haciendo un esfuerzo importante para evaluar y atender las zonas críticas, pero necesitamos el apoyo de todos para proteger tanto a las personas como al medio ambiente", concluyó la funcionaria.