
Aceptar nuestros errores es un acto de grandeza: reflexión de Linero
Reconocer los errores no es un signo de debilidad, al contrario, es un acto de madurez y grandeza. Es una forma honesta de asumir nuestro proceso de desarrollo personal.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Creo que soy mejor persona desde que, con serenidad, con objetividad y amor, reconozco mis errores . Nada nos hace más daño que justificar lo que todos sabemos que está mal o intentar defender una acción que no resiste un análisis ético.
Entiendo que la razón principal por la que nos negamos a aceptar nuestros errores es el miedo: miedo a perder valor , a no sentirnos reconocidos o simplemente a asumir que no somos perfectos. Lo triste es que, muchas veces, encontramos personas que nos apoyan en esa negación. Áulicos, cómplices o quienes creen que es mejor engañarnos que decirnos la verdad.
Reconocer los errores no es un signo de debilidad, al contrario, es un acto de madurez y grandeza. Es una forma honesta de asumir nuestro proceso de desarrollo personal.
Quiero plantearte tres beneficios fundamentales de hacerlo:
Te invito a que te hagas esta pregunta: ¿Qué error necesitas reconocer para seguir creciendo? No temas, el mayor acto de valentía es aceptar la verdad y decidir hacerlo mejor.
Publicidad
Publicidad