Un aberrante caso de violencia contra menores se registró en una vivienda del barrio María Paz de la localidad de Kennedy , sur de Bogotá. Exactamente a las 6:35 de la tarde, en la calle 2 con 82 sur, los gritos de alerta de una mujer, identificada como Erica Monterrosa, llamaron la atención de las autoridades, quienes de inmediato acudieron al lugar y entraron a la casa.
Una vez allí, los patrulleros se encontraron con la mujer, oriunda deValledurar y junto a ella se encontraba el cuerpo sin vida de su pequeño hijo, un bebé de apenas un año y nueve meses de edad, quien registraba signos de violencia, golpes en su rostro y su tórax, mismos que le causaron la muerte en ese lugar.
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“Estas unidades llegan a conocer el caso donde ingresan una vivienda y ven a un menor con varios hematomas en su cuerpo, sin signos vitales y otro menor que se encontraba en el sitio es trasladado a un centro asistencial de la localidad”, dijo el coronel Andrés Obando, comandante operativo de Seguridad Ciudadana
Según el relato de la mujer, a las 6:00 de la mañana salió a trabajar y dejó al bebé y a su otro uno de dos años y medio bajo el cuidado de su padrastro, un hombre identificado como César Montero. Al parecer, este señor en medio de la desesperación por el llanto del bebé, lo golpeó en repetidas oportunidades hasta causarle la muerte, algo que también pretendía hacer con el hermanito de la víctima.
Fue un vecino el que logró llegar hasta esa casa donde estaban ocurriendo los hechos y sacó al menor de dos años y medio de la vivienda, salvándole la vida; sin embargo, ya registraba también varios golpes, por lo que tuvo que ser trasladado al hospital de El Tintal y, según el triage, presentaba un mordisco en una de sus orejas, además de múltiples golpes en parte abdominal y a nivel de la cabeza.
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“Eran dos niños, según el papá maltrató al menor de un año y lo encontraron desnudo, muerto. La mamá no sabía. El otro niño lo llevaron llevar al hospital del Tintan porque también está mal”, dijo una vecina del sector.
En estos momentos las autoridades adelantan las respectivas investigaciones, con ayuda del testimonio de la mamá de los niños y de los vecinos de la zona para intentar dar con el paradero del agresor, de quien hasta el momento no se tiene pista de su paradero.