Casi 38 horas después del asesinato del personero del municipio de Cumbitara, Jimmy Alejandro Rosero Chávez, y luego de desactivar varios artefactos explosivos, una comisión judicial integrada por unidades del Ejército, Policía y Fiscalía, lograron rescatar el cuerpo sin vida del funcionario, el cual fue abandonado en zona rural del municipio de Policarpa, en el sector de la cordillera, en el norte de Nariño.
El comandante de la brigada 23 del Ejército, coronel John Edward Guerra Manso, dijo a Blu Radio que, durante la recuperación del cuerpo del personero y, tras una rápida acción de inteligencia militar, se logró la captura de dos personas que, dé a acuerdo con las primeras versiones de algunos testigos, al parecer, habrían participado en el secuestro de Rosero Chávez.
El oficial aseguró que el rescate del cuerpo del funcionario del Ministerio Público se logró, luego de una operación táctico-militar que permitió la desactivación de varias minas antipersona que fueron sembradas por los verdugos del personero parta evitar que su cuerpo fuera movido del lugar donde lo abandonaron.
Publicidad
El cuerpo fue recuperado y trasladado a una zona segura a la espera de su evacuación vía aérea, afirmó el oficial.
Guerra dijo que, previo a la extracción del cuerpo sin vida del personero, sus tropas fueron atacadas con granadas que fueron lanzadas a través de drones, las cuales produjeron heridas a un soldado profesional y un canino antiexplosivos, los cuales se encuentran fuera de peligro.
Publicidad
Simultáneamente al ataque, también fueron afectadas al menos cuatro viviendas y la subestación de Policía del corregimiento del Ejido, en zona rural del municipio de Policarpa, en donde las tropas del batallón 14 sostuvieron duros combates con integrantes, al parecer, del frente Franco Benavides y Urías Rondón del Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc de alias ‘Iván Mordisco’.
Mientras tanto, los habitantes del corregimiento del Ejido aseguran que temen por nuevas confrontaciones por lo que, al menos, unas 100 personas se desplazaron al casco urbano de Policarpa y a otras poblaciones vecinas para poner a salvo sus vidas.