En una audiencia que inició a las 8:30 a.m. de este viernes, Francisco Uribe Noguera relató los hechos ocurridos el 4 de diciembre de 2016, cuando su hermano Rafael Uribe Noguera secuestró, violó y asesinó a la niña Yuliana Samboní de tan solo 7 años.
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Francisco Uribe Noguera relató que su esposa, Laura, recibió una llamada del Gaula de la Policía en el que le informaban sobre la camioneta gris que estaba involucrado en el rapto de la menor de edad en el oriente de Bogotá.
Durante la audiencia, Francisco Uribe Noguera señaló que fue al edificio de su hermano, Rafael, quien tenía en poder la camioneta de su esposa y coincidía con lo que le había dicho el Gaula.
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De acuerdo con el testimonio, para ingresar al apartamento, Francisco se subió por el balcón del edificio Equus 66 para acceder al apartamento de Rafael Uribe Noguera, ya que su hermano no les abría la puerta a él ni a su hermana Catalina Uribe, quien se encontraba a la entrada del inmueble.
"Yo me subí al muro, empiezo a decir, Rafael contésteme, dónde está... pero nunca respondió", relató.
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Luego del ingreso y de revisar el apartamento, de acuerdo con esta versión, Francisco Uribe Noguera se encontró con su hermano en el otro balcón del apartamento.
"Ahí abro la puerta y agarro a Rafael, me entra una ira absoluta, sobre todo porque la niña que estaban buscando tenía la edad de mi hija mayor. Lo cojo de los brazos, lo empujo con toda mi fuerza y ahí le empiezo a gritar de todo”, narró.
“Le digo que es un hijuep… , le pregunto que donde está la niña, le digo que en el carro vi un zapatico, le digo que lo voy a matar.
Me doy cuenta de que ese no era Rafael, tenía los ojos vidriosos, casi como si tuvieran una tela en los ojos”, agregó.
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Según el testimonio de Francisco Uribe Noguera, su hermano le decía no saber de qué niña le hablaba.
"Lo único que él me dice es que cuál niña, que no sabe de qué le estoy hablando”, manifestó Francisco Uribe Noguera.
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En su relato, el hermano del condenado manifestó que en el apartamento encontró rastros de un polvo blanco. “Se me ocurrió que era la cocaína que él me dijo que había consumido”, declaró.
En una corta conversación, Francisco Uribe Noguera aseguró que su hermano le dijo que la niña se había bajado en la calle 65 con avenida Circunvalar y que allí se le había caído su zapato blanco dentro de la camioneta.
Cuando salieron del apartamento, en el que estaba Rafael Uribe Noguera, se produjo un contacto con el abogado Juan David Riveros y este le dijo a Francisco que, si podía llevar a su hermano a la clínica, quien se encontraba en estado de alicoramiento.
También le advirtió que tenía que llamar a las autoridades.
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Francisco aseguró que, cuando se dirigía a la clínica Monserrat en un taxi, recibió una llamada de la Policía y minutos antes Rafael Uribe Noguera le confesó el crimen de la menor Yuliana Samboní.
"Es el capitán Niño, me pregunta que dónde estoy. Le dije que llevaba a Rafael a una clínica y que iba en un taxi, que luego lo llamaba. Subimos por la 134 y empezando a subir Rafael se agacha y me dice pasito que me va a decir la verdad. Y me dijo: ‘yo mate a la niña’. Y sí, la vida se me había puesto al revés, ahí se me acabó la vida y simplemente me puse a llorar ahí en el taxi”, aseguró Francisco Uribe Noguera.
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De acuerdo con el hermano de Rafael Uribe Noguera, después de la confesión, le dijo: "Usted es un hijeup…, lo odio, usted se tiró su vida y se va a morir en la cárcel”.
“Rafael solo me contesto, yo sé”, añadió.
Francisco José Uribe Noguera aseguró que fue allí cuando lo interrogó sobre la forma en que había asesinado a la niña y que su hermano le dijo que se había tratado de un accidente.
"Me dijo que la niña estaba gritando mucho en el carro, que le tapó la boca y se murió”, sostuvo. Aseguró, además, que Rafael le dijo que le había quitado la ropa a la menor.
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En el estrado, Francisco Uribe Noguera afirmó que estando en la clínica le contó al Gaula que Rafael había dicho que la pequeña estaba muerta y que había escondido el cuerpo debajo del jacuzzi.
Francisco Uribe Noguera manifestó que después de estos hechos su vida cambió, que recibió amenazas por redes sociales y que la Fiscalía le comunicó lo estaba investigando por supuestamente manipular la escena de los hechos.
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“Ya no podía ni llevar a mis niñas al colegio, cerré mis redes sociales, veía las noticias”, refirió.
Al finalizar su relato ante el juez 46 penal con función de conocimiento, Francisco dijo que aún se pregunta la razón por la que el día de los hechos no llamó al Gaula apenas encontró a Rafael Uribe Noguera en el apartamento del Equus 66.
"Llevo 3 años preguntándome eso. Después de la guerra todo el mundo es general. Fue después de que Rafael me dice que mató a la niña que yo dije tengo que llamar al Gaula”, indicó.
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