El resguardo Motilón del pueblo Barí, que agrupa más de 2.400 miembros de sus comunidades, fue acreditado por la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP en el Caso 07 que investiga el reclutamiento de niñas y niños en el conflicto armado.
En una diligencia llevada a cabo los días 22, 23 y 24 de abril, en Cúcuta, Norte de Santander, máximas autoridades del Pueblo Barí y otros integrantes de sus diferentes comunidades le contaron a la JEP cómo la presencia de los grupos armados en su territorio ancestral alteró su cosmovisión, su lengua Barí-ara, sus costumbres y su fuente alimentaria.
Concretamente, este resguardo se refirió a los hechos de reclutamiento y utilización que sufrieron por parte de las Farc-EP y el Ejército, ocasionando “que los sueños de las niñas y los niños se apagaran” y fracturando la transmisión de los saberes ancestrales a las nuevas generaciones.
Junto a los pueblos indígenas Hitnü y Koreguaje, el resguardo Motilón Barí es el tercer pueblo indígena acreditado en el Caso 07, en el cual, a la fecha, 6.381 víctimas han sido reconocidas por la JEP y por ello han podido participar como intervinientes especiales. De ellas, 851 son víctimas individuales (61 % de ellas son mujeres y 39% hombres) y 5.530 son víctimas colectivas.
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Los intervinientes en la diligencia manifestaron que, después de los esfuerzos y la organización de las autoridades del pueblo étnico, ser reconocidos como víctimas en un macrocaso de la JEP significó “un gran triunfo para el Pueblo Barí”.
Los Barí se ubican sobre la hoya del río Catatumbo, en la frontera con Venezuela, en la Serranía de los Motilones, departamento de Norte de Santander, en jurisdicción de los municipios de El Carmen, Convención y Teorama.
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