Las más de 200 páginas de la condena en contra del general en retiro evidencian cómo, paso a paso, el exdirector del DAS habría permitido el atentado del 18 de agosto de 1989.
El próximo 4 de diciembre Miguel Maza Márquez cumple 80 años, de los cuales los últimos cuatros años los ha pasado en una prisión de la que no saldrá nunca.
Son 30 años de prisión qué deberla pagar el general retirado por el magnicidio de Luis Carlos Galán, para él esto es una condena de muerte, para la familia del excandidato presidencial no es más que justicia y para la Corte Suprema en una frase contundente es culpable.
El Alto Tribunal determinó que Maza Márquez se alió con el jefe paramilitar Henry de Jesús Pérez para ejecutar el crimen.
Y lo señala como coautor responsable de los delitos de: concierto para delinquir y homicidio con fines terroristas.
La decisión también lo responsabiliza por el homicidio del concejal Julio César Peñaloza Sánchez y el escolta Santiago Cuervo Jiménez, así como a las lesiones recibidas por el escolta Pedro Nel Angulo Bonilla, durante el ataque al candidato presidencial.
"El entonces director del DAS hizo parte del plan para asesinar al connotado dirigente político, al debilitar su seguridad, para lo cual nombró jefe de escoltas a un hombre de su confianza. Tarea a la que se comprometió previamente con el paramilitar Henry de Jesús Pérez Durán, con quien mantenía estrechos vínculos, y a quien, a su vez, el denominado Cartel de Medellín le había encargado la ejecución del magnicidio", señala el fallo de la Corte Suprema.
Relaciones con los 'paras'
La Corte les da crédito a testigos como a Alonso Jesús Baquero, alias ‘Vladimir’, que fue uno de los primeros en hablar de la relación entre Maza Márquez y el jefe paramilitar Henry de Jesús Pérez Durán, el capo de las AUC de Magdalena Medio.
El testimonio señala que hubo un vínculo entre Maza Márquez y el también paramilitar Henry Pérez en su afán de acabar con la guerrilla que habría llevado a que el exdirector del DAS apoyara ese grupo ilegal de una “empresa israelí que dictaba cursos especiales de seguridad y defensa”.
La escuela de entrenamiento denominada ‘La 50’, a la que fueron integrantes del DAS, fue la que los mercenarios Yair Gal Klein, Terry Melnyk, Abraham Tzadaca y otros mercenarios, hacían los célebres entrenamientos. Estas alianzas son las que habrían permitido la fuga de Jaime Eduardo Rueda Rocha, asesino material del candidato liberal.
“¿Cómo fue posible que el autor material del crimen del doctor Galán (Jaime Eduardo Rueda Rocha), que “registraba un amplio record delictivo por varios ilícitos incluyendo el tráfico de estupefacientes”, se hubiera fugado de la Cárcel La Picota? (…) La respuesta no se deja esperar, porque el Estado mismo lo permitió con su complicidad”, detalla el fallo.
El testimonio del paramilitar Iván Roberto Duque Gaviria señala que Rueda Rocha llegó sin problemas a Puerto Boyacá, tras su fuga, y se pudo entrevistar varias veces con él. En una de esas le dijo: Nunca se le olvide que en toda vuelta grande, para coronar, hay que contar con la colaboración de esos torcidos de la ley, de resto el muerto es uno”.
Esa frase, citada por sicarios, aparece en más de una ocasión en lel fallo “Ninguna vuelta grande se podía hacer sin apoyo de la ley”. Incluso, la refiere la Fiscalía al desestimar el argumento presentado por Maza Márquez según el cual él no tenía interés en el asesinato de Galán pues también fue víctima de varios atentados terroristas.
La Corte Suprema de Justicia, indica que Maza Márquez no solo permitió el crimen, sino que encubrió a sus responsables y hasta los entrenó.
“Maza Márquez auspició el entrenamiento de las escuelas de sicariato en donde se capacitaron los asesinos que mataron al doctor Galán y sus acompañantes y algunos de los funcionarios de su confianza; acordó con los paramilitares desproteger al candidato con el debilitamiento de su esquema de seguridad, designando dolosa y premeditadamente a Jacobo Alfonso Torregroza Melo, persona de su absoluta confianza que cumplió con su orden de aminorar su seguridad, haciendo para ello acuerdos con los grupos paramilitares que les permitió movilizarse por la región del Magdalena Medio y Cundinamarca sin ser perseguidos, de manera especial, luego de ejecutar el crimen”, señala el documento.
De acuerdo con la Fiscalía, Maza Márquez acordó con los grupos paramilitares del Magdalena Medio, a su vez encargados por el Cartel de Medellín, la realización de varios hechos que permitirían el accionar de los sicarios que finalmente ejecutaron el magnicidio.
“El sindicado Maza Márquez puso la Dirección y función del DAS al servicio de los grupos paramilitares que como brazo armado de Los Extraditables habían manifestado desde tiempo atrás la decisión de matar al doctor Galán, por ser un firme partidario de la extradición de traficantes de la droga a los Estados Unidos”, agrega el fallo.
En este caso, la Procuraduría había solicitado la pena más alta posible contra Maza Márquez por permitir el magnicidio, “Maza Márquez lleva en sus hombros y en su conciencia la peor actuación que ser alguno a cargo del Estado haya podido ejecutar”, aseguró en el juicio la procuradora delegada, Elda Patricia Correa.
En este proceso el general Maza Márquez aseguró siempre ser inocente y víctima de supuestos testigos falsos. “Yo no conozco el Magdalena Medio. No conozco Puerto Boyacá”, señaló en su momento, al tiempo que recordó que fue víctima de atentados, incluso con carro bomba, antes y después de la muerte de Galán, lo que motivó que hiciera públicas peticiones para que se investigara qué estaba pasando.
Lo cierto es que 27 años después Maza Márquez es declarado culpable y permanecerá detenido en el Centro de Oficiales de la Policía Nacional en el Norte de Bogotá, pues la Corte no le concedió la detención domiciliaria, sino que ordenó pagarla de manera efectiva en prisión, a pesar de la avanzada edad del general.
Otros responsables
Pablo Escobar Gaviria, dado de baja en 1993 por el Bloque de Búsqueda. El narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, número uno del llamado Cartel de Medellín, estuvo tras los magnicidios del candidato a la presidencia Luis Carlos Galán Sarmiento y el ministro Rodrigo Lara Bonilla.
Gonzalo Rodríguez Gacha, abatido en 1989, mientras huía de la Policía.
Como aliado de Pablo Escobar y uno de los más poderosos narcotraficantes en los 80, Gonzalo Rodríguez Gacha, alias 'El Mexicano', fue uno de los que mayor interés tuvo en el asesinato de Luis Carlos Galán.
Alberto Santofimio Botero, excongresista
Fotos, videos, testimonios evidencian la cercanía de este político tolimense con Pablo Escobar Gaviria. Tras 18 años del magnicidio, la justicia lo encontró culpable por su participación en la muerte de Galán y fue condenado a una en prisión de 24 años.
John Jairo Velásquez Vásquez, alias ‘Popeye’.
La declaración de 'Popeye', lugarteniente de Pablo Escobar, relató a la Fiscalía la participación Alberto Santofimio en el asesinato de Galán.
Alberto Jubiz Hazbún, fallecido tras recuperar la libertad.
El chivo expiatorio en el caso Galán fue, durante mucho tiempo, Alberto Jubiz Hazbún, quien estuvo preso durante 42 meses tras una “exhaustiva investigación” que llevó a un inocente a prisión.
Virgina Vallejo, abandonó el país y se fue a Estados Unidos
Aunque la declaración en video de la exdiva de la televisión y amante de Pablo Escobar, Virginia Vallejo, sobre la participación de Santofimio en el magnicidio causó revuelo, todavía no es pieza clave de la Fiscalía.
Carlos Humberto Flórez, teniente del Ejército, absuelto en una polémica decisión
La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la absolución dictada a favor del teniente del Ejército Carlos Humberto Flórez, quien inicialmente fue señalado de estar relacionado con los hechos que rodearon la muerte de Luis Carlos Galán.
Falta la condena del excomandante de la Policía de Soacha, Luis Felipe Montilla Barbosa y el exjefe de la Oficina de Orden Público del DAS, Manuel Antonio González Henríquez.