Teddy Barceló Freyle tiene 69 años y durante más de cinco décadas se ha dedicado a interpretar música folclórica. Lo anterior, como parte de la dinastía de la cumbia soledeña. Con la llegada de la pandemia, su grupo de millo ya no suena, su sustento diario escasea y, aún así, le ha sido imposible acceder al subsidio que la Gobernación del Atlántico destinó para los gestores culturales.
A pesar de que salió beneficiado por la administración departamental, este músico no ha podido obtener su auxilio porque, al intentar abrir una cuenta bancaria para recibir la consignación, descubrió que ya existía una cuenta a su nombre, la cual fue creada desde el mes de abril sin su consentimiento.
Como si fuera poco, Barceló narra que desde esta cuenta han retirado 3.500.000 pesos, usurpando su identidad, transacciones que ponen en duda su precaria condición económica y le impide recibir el auxilio.
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"No puede ser que yo tenga una cuenta abierta, si es primera vez que voy a Bancocolombia a hacer eso. Me dicen que hice un retiro de 2.000.000 de pesos y después otro de 1.500.000, pero no entiendo cómo, si yo nunca había venido, cómo hicieron eso con documentos míos", cuestiona el adulto mayor.
Teddy cuenta que, a la dificultad para conseguir el pan de cada día, se le suma el mal estado de salud en el que se encuentra su esposa, de 66 años, quien padece de artrosis y problemas de azúcar, que no tiene cómo remediar por falta de dinero para comprar los medicamentos.
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"Ya ella casi no puede caminar, todas las noches se queja por los dolores y eso me tiene bastante preocupado. Vino un médico a la casa y le mandó unos medicamentos, pero cómo voy a dárselos si no tengo para comprar nada", dice.
Este es el tercer caso que se conoce sobre usurpación de identidades de los gestores culturales de Malambo para mover dineros a través de cuentas bancarias, durante la pandemia.
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