La Corte Suprema de Justicia lleva a cabo una investigación sobre el polémicoJulián Bedoya Pulgarín, quien a finales de mayo hizo oficial su aspiración de llegar a la Gobernación de Antioquia, debido a las presuntas irregularidades en su graduación como abogado.
Y es que Bedoya ha sido objeto de una investigación por parte de la justicia tras las denuncias sobre presuntas anomalías en la aprobación de su título como abogado, otorgado en marzo de 2019 por la Universidad de Medellín. La Sala de Instrucción de la Corte Suprema recolectó numerosas pruebas para concluir que había indicios de que su título le había sido regalado.
Sin embargo, a pesar de los avances en estas pesquisas, debido a que Bedoya dejó de ser senador en julio de 2022, la Corte tuvo que remitir el caso a la Fiscalía, que pidió archivar este proceso argumentando que no se había cometido ningún delito.
Según el fiscal del caso, Fernando Arias, no hubo irregularidades en el reingreso a la universidad, los exámenes fueron hechos a mano y escritura del procesado y en los tiempos del calendario académico. Además, agregó que los exámenes de suficiencia no fueron extemporáneos, pues no tienen un cronograma como tal para presentarse.
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La Unidad Investigativa de Noticias Caracol revisó decenas de horas de testimonios bajo juramento, actas, calificaciones, documentos universitarios e informes judiciales, para tratar de desmenuzar este caso.
Bedoya ingresó a estudiar derecho en la Universidad de Medellín en 2001 y obtuvo su título en marzo de 2019. Es decir, tardó 18 años en completar su carrera. Durante su quinto año de estudios, en 2007, se retiró y volvió a ingresar en 2008 y 2009, pero no logró finalizar sus estudios. En ese momento, ya estaba incursionando en su carrera política. En 2011, 2014 y 2018 solicitó su reintegro a la facultad y que se mantuviera el plan de estudios de 2001, el cual no lo obligaba, entre otras cosas, a aprobar el examen de suficiencia en inglés.
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Aunque la universidad siempre le manifestó que sí, Bedoya solo se matriculó nuevamente en octubre de 2018, recuperando así su estatus de estudiante ese año y no antes.
De acuerdo con los hallazgos, este punto es clave, ya que una de las irregularidades bajo investigación es que el exsenador pasó más de nueve años fuera de la universidad y, según el reglamento de la institución, su reintegro debía ser autorizado por el consejo de facultad y no por el entonces subsecretario general Juan Felipe Hernández, quien actuó en representación del consejo académico.
Los hallazgos de la Corte Suprema en caso Julián Bedoya
La Corte Suprema documentó numerosas irregularidades adicionales en el proceso de obtención del título de Bedoya: certificados sospechosos, actas de evaluación sin firmas y con espacios en blanco, la homologación del requisito del consultorio jurídico sin estar matriculado, inconsistencias en su proyecto de grado como asistente de investigación del profesor John Mario Ferrer, jurados sin experiencia en la materia para evaluarlo, y, por si fuera poco, la aprobación de 17 exámenes orales y escritos, incluyendo cinco exámenes preparatorios y una prueba especial, en tan solo cuatro días. En una ocasión, incluso presentó siete exámenes en un solo día.
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Para la Corte Suprema, esta serie de irregularidades apuntaba a establecer que Bedoya no era un prodigio del derecho en este país de abogados, sino un hábil político que hizo todo lo necesario para graduarse a cualquier costo.
Uno de los testimonios más relevantes en este expediente fue proporcionado por el fiscal Néstor Raúl Posada. En noviembre de 2020, le relató a la Corte que, debido a estas irregularidades, decidió renunciar a la cátedra que había ejercido durante 35 años en la Universidad de Medellín.
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Posada agregó que uno de los evaluadores de Bedoya, el profesor Julián Rendón Toro, a quien consideraba como un hijo, le confesó a él y a su esposa, Estela Zuluaga, directiva de la universidad, que el senador nunca presentó los exámenes.
Según el testigo, el profesor Rendón les reveló que existía un acuerdo político entre Bedoya y el entonces rector Néstor Hincapié, en el que, a cambio de un proceso de graduación acelerado, el senador se comprometía a conseguir votos para la presidenta de la Consiliatura de la universidad y concejal de Medellín, Aura Marleny Arcila, en las elecciones de octubre de 2019.
A pesar de todas estas evidencias y de haber sido recolectadas por la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía solicitó archivar el expediente de Julián Bedoya, mientras que en un proceso paralelo acusó a los profesores y directivas que aprobaron su título.