A la imputación de cargos por el escándalo de contratos con dineros para la paz, programada para este viernes, no asistieron ni Marlon Marín, que se encuentra en Estados Unidos en calidad de testigo contra Jesús Santrich por narcotráfico, así como tampoco Jesús Aldemar Cuello, otro de los presuntos intermediarios que buscaron beneficiar a determinados empresarios con los contratos de la Paz a cambio de jugosas coimas.
La Fiscalía aseguró que cuenta con miles de interceptaciones después de un año de seguimientos.
Las pesquisas fueron reveladas durante la audiencia en la que el ente acusador presentó las pruebas para argumentar ante el juez las razones por las que se imputó cargos por delito de concierto para delinquir agravado con fines de enriquecimiento ilícito a cuatro personas que concurrieron a la diligencia.
La única que aceptó cargos fue Yessica Carolina Gómez, quien gestionó contratos enCaucasia, Antioquia.
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Según la mujer, los pagos fueron la única manera de lograr que el Gobierno se interesara por proyectos en esa zona del país.
“Soy consciente de que para llegar allá, a los ministerios, para sacar un proyecto adelante para nuestra población, es muy difícil, muy complicado y siempre nos estaban pidiendo plata. Tengo mis pruebas que lo intenté por la vía legal y no se pudo”, dijo Gómez.
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Pidió a la Fiscalía que lleguen a las “cabezas porque son los que deben poner la cara. Le pido disculpa a mi comunidad, son cinco años tratando de sacar un proyecto adelante. A nosotros nadie nos ayuda”, agregó Gómez.
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