En una audiencia celebrada en Yopal, Casanare, la Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) presidida por el magistrado Óscar Parra, fue testigo de confesiones estremecedoras por parte de militares, oficiales, suboficiales e incluso un exfuncionario del DAS, quienes han aceptado y reconocido su responsabilidad en el asesinato de 296 jóvenes entre los años 2005 y 2008.
Esta serie de confesiones arroja luz sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia de Colombia, conocido como los "falsos positivos". El magistrado Óscar Parra, entrevistado por Néstor Morales en Mañanas Blu, reveló detalles sobre cómo ocurrieron estos terribles hechos y qué factores llevaron a que esta política criminal alcanzara niveles tan macabros en la región de Casanare.
Según Parra, uno de los factores determinantes en la proliferación de los falsos positivos fue la intensa presión ejercida a todos los niveles dentro del Ejército. Esta presión se manifestó a través de programas radiales, actas de compromiso y cuotas de presentación de bajas que debían cumplirse a toda costa. A quienes se negaban a participar en estos crímenes, se les amenazaba. Además, se ofrecían incentivos como permisos, recursos de planes de bienestar y pertenencia a unidades élites.
“Quiero resaltar entre muchos otros elementos que estos reconocimientos ratifican imputaciones e investigaciones que había hecho la JEP previamente aquí en el Casanare, donde hemos dado cuenta que estos crímenes se dieron por, primero, presiones a todo nivel a través de programas radiales, actas de compromiso, cuotas de presentación de bajas que tenían que presentar ellos, amenazas dirigidas a quienes se negaban a participar de los hechos, incentivos como permisos, recursos de los planes de bienestar, pertenencia a unidades élites, entre otros”, dijo
Para encubrir los crímenes, se constató que los documentos operacionales eran elaborados posteriormente a los hechos o contenían información falsa. También se obligaba a informantes a firmar documentos en blanco relacionados con el dinero que a veces no se pagaba o que se destinaba para otros fines. Se registraban víctimas como no identificadas, lo que facilitaba la desaparición forzada de los cadáveres, que eran trasladados por militares sin la presencia de la Policía Judicial para obstaculizar las investigaciones. Se utilizaban kits de legalización para manipular la escena de los crímenes.
El magistrado Parra destacó que, si bien los falsos positivos fueron un fenómeno multicausal, uno de los detonantes clave fue la presión por bajas a como diera lugar. Las unidades militares competían entre sí, lo que generaba cuotas de presentación de bajas cada vez más altas. Los ascensos estaban vinculados a esta competencia, y quienes se negaban a cumplir con estas cuotas enfrentaban amenazas de traslado a zonas alejadas de sus familias.
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“Nosotros hemos documentado que este fenómeno es multicausal, es decir, que confluyen varios factores de la dinámica del conflicto armado en diversos momentos del país. Pero sí hay un componente importante en esa prevalencia que tuvo la presión por bajas a como diera lugar. en relación con la dinámica del conflicto en determinado momento, puntualizó.
La entrega de medallas, permisos, comisiones al exterior y planes vacacionales también desempeñó un papel importante en la motivación de los perpetradores. El magistrado Parra mencionó el caso del GAULA militar de Casanare, donde el comandante comenzó a utilizar recursos destinados a la lucha contra la extorsión y el secuestro para respaldar la ejecución de falsos positivos.
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Además, se señaló que, en Casanare, este fenómeno alcanzó niveles particularmente brutales debido a la dinámica del conflicto armado en la región, la protección de pozos petroleros y la desmovilización de grupos paramilitares que involucraron a desmovilizados como informantes o víctimas.
“Yo creo que lo que estamos resaltando es la gente, es como algunos militares en determinado momento se meten en esta dinámica de producir bajas masivas y sistemáticamente competir a hacerse una carrera a partir de eso y eso va a dinamizar el fenómeno en esta en esta en esta zona. Pongo un ejemplo, el Gaula Militar Casanare empieza a involucrarse con los falsos positivos en una época, pero después llega un comandante que, de un momento a otro, el mayor Soto Bracamonte, empieza a fortalecer el tipo de planeación, ejecución, encubrimiento de los crímenes”indicó.
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Las confesiones durante esta audiencia han arrojado luz sobre la complejidad de los factores que llevaron a la perpetración de los falsos positivos en Casanare. La presión por bajas, la competencia entre unidades militares y la búsqueda de ascensos y reconocimientos se combinaron con otros elementos del conflicto para dar lugar a esta trágica serie de eventos. La investigación de la JEP continúa desentrañando los detalles de esta oscura página de la historia colombiana.