La testigo clave en el proceso contra el exmagistrado Carlos Vargas Bautista, investigado por supuestamente amañar fallos en el Tribunal Administrativo de Cundinamarca a cambio de millonarias sumas de dinero, entregó detalles de cómo operaba lo que la Fiscalía considera como una empresa criminal.
En la audiencia que adelanta la Corte Suprema de Justicia contra el exmagistrado Vargas Bautista, habló su exnovia y socia, Kelly Andrea Eslava, quien ahora sirve como testigo de la Fiscalía y goza de inmunidad penal por los delitos de cohecho por dar u ofrecer, falsedad en documento privado, acceso abusivo a sistema informático agravado y fraude procesal.
En medio de la audiencia, confirmó la desviación de fallos judiciales del Tribunal de Bogotá y cómo apresuraba a los clientes para que pagaran, antes de que el magistrado Vargas saliera del cargo. Además, sostuvo que tenían una empresa criminal vendiendo fallos.
"La joya de la corona era proteger a la compañía del embargo de 800 millones del hospital El Salvador. De manera incisiva yo le hago saber al ingeniero ‘póngase las pilas, formalice los acuerdos que tiene que formalizar con el magistrado Vargas porque su compañía depende de eso’”, relató Eslava que insistía para poder torcer los fallos judiciales.
Contó cómo hacía las llamadas para cerrar los procesos:
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“El ‘envión’ corresponde del envío de una suma de dinero”, explicó Eslava. Además, dijo que desconoce los acuerdos cuantitativos a los que llegaba Vargas.
El magistrado de la Corte Suprema, Jorge Emilio Caldas, le preguntó a Kelly Eslava de qué cantidad era el ‘envión’. Eslava respondió lo siguiente:
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Él me dice que nos vemos el martes para un envión, si era de lunes a jueves, ese dinero se lo entregaba el ingeniero en sus manos al magistrado Vargas, si la llamada se hacía entre viernes, sábado y domingo. El dinero lo tenía que recibir yo y consignárselo al magistrado a través de la cuenta de su primo Aldemar y sé que es una suma de 10 millones de pesos, dentro del ámbito de confianza hasta la rutina no la conocíamos, era claro que Vargas iba a estar en la finca y la encargada era yo
Sin embargo, señaló desconocer todos los pagos que se le hacían al ingeniero William Rojas, quien es el demandante en este proceso.
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El ingeniero estaba cobrando un dinero en el Tribunal, por lo que contrató a Kelly Eslava y tenían cuadrado al exmagistrado, por lo que la empresa queda en manos de Vargas Bautista y de él dependía el pago.
Eslava contó que dentro de su relación de confianza tenía ciertas discusiones personales con el exmagistrado Vargas Bautista:
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“La incomunicación que tengo con el magistrado Vargas debido a la discusión temporal y la angustia que va a tener el ingeniero William Rojas de no saber si le van a amparar o no sus intereses dentro de la decisión del recurso de queja de conocimiento de la apelación, respecto del auto que le negó la nulidad por falta de ejecutivilidad de los actos que constituían el título dentro del proceso de Zipaquirá”.
En la última audiencia, el fiscal Carlos Iban Mejía Abello le preguntó a Eslava nuevamente por la cercanía que tuvo con Carlos Alberto Vargas, a lo que la exfuncionaria señaló que no solo estaba enterada de las cosas del despacho, sino de la vida privada de Vargas Bautista: “salíamos, almorzábamos, intimábamos, nos contábamos cómo iba la vida de cada uno, departimos en distintas actividades”.
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Además, mostró un listado de llamadas entre Kelly Eslava y Carlos Alberto Vargas: “Cuando él me llamaba, nosotros hablábamos mucho y a través de varios teléfonos desechables”.