
Jaime Granados sobre suspensión de juicio a Uribe: "El árbitro minó su credibilidad antes del juego"
Un fallo de la Corte Suprema de Justicia marca un precedente en el proceso judicial.

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La Corte Suprema de Justicia ordenó la suspensión del juicio contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez tras determinar que la juez encargada del caso no tramitó correctamente la recusación en su contra. La decisión, que responde a una tutela interpuesta por la defensa de Uribe, establece que la juez no podía rechazar de plano la recusación sin someterla a revisión por otro juez.
Jaime Granados , abogado del expresidente, calificó el fallo como un precedente significativo dentro del proceso. En entrevista con Néstor Morales, en Mañanas Blu, Granados enfatizó que la decisión de la Corte deja claro que “un juez no puede ser juez de sí mismo en un trámite de recusación” y que la imparcialidad no solo debe existir, sino que debe ser evidente para garantizar la confianza en el sistema judicial.
“La Corte señala y rechaza como totalmente indebido que la juez haya asumido una competencia que no tenía, negando de plano la recusación sin seguir el procedimiento establecido”, afirmó Granados.
Uno de los puntos centrales del recurso de la defensa de Uribe es la presunta parcialidad de la juez a cargo del caso. Según Granados, existen múltiples acciones que demuestran una falta de garantías procesales, entre ellas, la negativa a admitir pruebas y testimonios clave para la defensa.
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“Ha habido una actitud sistemática de la juez que ha generado dudas sobre su imparcialidad. Nos negó más de 50 testimonios y llegó al punto de acusarme de engañar a la justicia sin pruebas, cuando demostramos que había más de 100.000 archivos borrados que no fueron tenidos en cuenta”, señaló el abogado.
El defensor del expresidente también hizo referencia a un principio clave en el derecho internacional sobre la imparcialidad judicial: “Desde 1982, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estableció que no basta con que un juez sea imparcial; también debe generar confianza en su imparcialidad. Es decir, la mujer del César no solo debe ser honesta, sino parecerlo”.
En un intento por ilustrar la importancia de la imparcialidad en el juicio, Granados recurrió a una analogía con el fútbol: “Me recuerda un episodio en la Premier League, donde un árbitro celebró un gol de un equipo mientras pitaba el partido. Independientemente de si su arbitraje fue justo o no, ese gesto minó su credibilidad como juez imparcial. Lo mismo sucede en este caso”.
La afirmación del abogado refuerza la idea de que, en un juicio de alta relevancia como el de Uribe, cualquier duda sobre la imparcialidad de la juez afecta la legitimidad del proceso.
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Con la decisión de la Corte, el juicio contra Uribe queda suspendido hasta que un nuevo juez determine si la recusación tiene fundamento. En caso de ser aceptada, el caso pasaría a otro magistrado; si es rechazada, la actual juez podría continuar con el proceso.
“El tribunal competente decidirá si la juez garantiza imparcialidad o no. Si concluyen que sí, acataremos la decisión, como siempre lo hemos hecho. Pero lo que quedó claro es que el procedimiento no se respetó y, por eso, la tutela fue concedida”, explicó Granados.
A pesar de la suspensión temporal del juicio, el abogado del expresidente asegura que la defensa se mantiene optimista. “Hasta ahora, ningún testigo ha señalado a Uribe de haber cometido un delito. Seguimos ganando este caso por goleada”, concluyó.
La decisión de la Corte Suprema abre una nueva etapa en el proceso judicial contra el expresidente Álvaro Uribe, cuyo caso ha sido uno de los más mediáticos en la historia reciente de Colombia. Ahora, la atención se centra en la nueva revisión de la recusación y en las implicaciones que esto tendrá para el desarrollo del juicio.
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