La excontralora Sandra Morelli, quien enfrenta un juicio en su contra por el presunto detrimento patrimonial que generó el cambio de sede de la Contraloría en el edificio de Gran Estación II, emitió un comunicado en el que critica a la fiscalía por la exclusión de más de 50 pruebas que había presentado en el proceso.
Morelli aseguró que la solicitud de la Fiscalía de solicitar la exclusión de sus propias pruebas es el resultado de una investigación mediática, desmesurada, afanada e inútil por parte del fiscal Carlos Iván Mejía, para la época de la administración del Eduardo Montealegre. En la que se interrogó “hasta a su peluquero”.
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"El mismo fiscal, actuando como apoyo del vicefiscal delegado por el delegado para este caso, no ahorró esfuerzos para establecer la supuesta y deseada conducta desviada e ilegal de Sandra Morelli, hasta el punto en que indagó hasta con el peluquero que por desgracia para el señor Botero, me peinó una o dos veces en su vida", dice el comunicado.
Agrega que, "la defensa optó por llevar a juicio esas 4200 pretendidas pruebas practicadas por la fiscalía, incluyendo la declaración de falsos testigos que hoy se han retractado públicamente como Andrés Vélez".
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Inicialmente la fiscalía había presentado 4.200 pruebas de las que ya había descartado más de 3.000. Por su parte la defensa de Morelli manifiesta que su única prueba será la propia declaración de su defendida ante la Corte Suprema de Justicia.
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La Corte debe decidir si se acoge a la petición del ente acusador y citar a una nueva audiencia.