LaFiscalía le imputó cargos de interés indebido en celebración de contratos y peculado por apropiación a Claudia Esperanza Amaya por otorgar unos paz y salvos, en calidad de supervisora de la Cancillería, a tres contratos que no se cumplieron en su totalidad.
Entre septiembre de 2016 y enero del 2018, la Cancillería firmó tres contratos de 828 millones de pesos para adquirir y poner en funcionamiento un sistema único integrado para la gestión de documentos electrónicos.
Entre las irregularidades advertidas por la Fiscalía se constató que los tres contratos se hicieron de manera directa por falta de oferentes y que la señora Amaya, en su calidad de supervisora de estos procesos, al parecer, suscribió el informe final certificando el cumplimiento total de las obligaciones contractuales a pesar de que no se completaron en su totalidad.
#ATENCIÓN | Una fiscal de la Unidad de Delitos contra la Administración Pública imputó contrato sin cumplimiento de requisitos legales, interés indebido en la celebración de contratos y peculado por apropiación a Claudia Esperanza Amaya, funcionaria de Cancillería. pic.twitter.com/O9EyCEzmnH
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) November 1, 2021
El material probatorio recaudado por la Fiscalía indicaría que la investigada, posiblemente, se concertó con un particular y otro servidor público para asumir funciones de sus superiores, otorgando paz y salvos de los convenios en mención sin que se ejecutarán. En ese sentido, la entidad sufre un detrimento patrimonial por valor de 399 millones de pesos
Según la Fiscalía, Claudia Esperanza Amaya, que está por cumplir 30 años en el Ministerio de Relaciones Exteriores y, que actualmente se encuentra dentro de la dirección técnica de La Unidad Administrativa Especial De Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales, no aceptó los cargos.
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