Las autoridades encargadas de la Operación Agamenón contra la banda criminal Clan del Golfo, que en regiones como el departamento del Chocó delinque bajo el nombre de Autodefensas Gaitanistas, tienen claro que luego de cuatro operaciones estructurales contra esa organización delincuencial se han presentado fisuras que incluso tendrían enfrentados al primer y segundo cabecilla, alias ‘Otoniel’ y alias ‘Gavilán’.
El primer golpe se dio el 7 de febrero en Puerto Libertador, Córdoba, con la muerte en operación de la fuerza pública de Deivis Johan Blanco, alias ‘Cobra 2’, responsable de las extorsiones a comerciantes, ganaderos y propietarios de fincas, además de actividades de narcotráfico y minería ilegal.
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El segundo se dio el 15 de marzo, cuando fue abatido Fernando Oquendo Estrada, alias ‘Ramiro Bigotes’, en Valencia, Córdoba, cabecilla regional del Clan del Golfo y responsable del componente armado de esa organización, encargado también de brindar los cercos de seguridad para Otoniel y Gavilán en el Urabá antioqueño.
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El tercer revés se dio el 2 de mayo, con la neutralización de Uldar Cardona Rueda, alias ‘Pablito’, hombre de confianza de Gavilán, con quien inició su carrera criminal en las Autodefensas Unidas de Colombia y coordinaba todas las operaciones ilícitas en el Bajo Cauca, Córdoba y el Sur de Bolívar.
Fue entonces cuando Roberto Vargas Gutiérrez, ‘Gavilán’, ordenó desplegar el plan pistola contra miembros de la Policía Nacional en varias regiones del país. Sin embargo, los golpes previamente propinados y la posterior captura de Omar Noguera Camacho, alias ‘El Boyaco’, principal responsable de finanzas y rutas del narcotráfico hacia Centroamérica (quien además supervisaba la calidad de la droga, las marquillas y toda la logística de testaferrato de la banda criminal), hicieron que tuvieran que ascender cabecillas regionales señalados de la pérdida de dineros y caletas, lo cual ha provocado desconfianza en la cúpula de la organización.
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Asimismo, mientas ‘Otoniel’ y esos cabecillas regionales han considerado un riesgo el plan pistola contra la Policía, pues además de exponerlos, los distrae de su actividad narcotraficante, ‘Gavilán’ y sus más inmediatos colaboradores han insistido en esa estrategia, que, si bien ha dejado 12 policías muertos en el país, también ha significado la detención de 42 miembros de la Bacrim y la neutralización de otros siete.
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Según la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijin), los enfrentamientos al interior del grupo armado ilegal son de tal naturaleza por la pérdida de dinero y droga, que los principales cabecillas ya ordenaron reducir la disponibilidad de dinero y logística como castigo por el desequilibrio en las cuentas.
La Policía Nacional ha identificado disputas con redes locales que estarían hurtando la cocaína transportada mediante la modalidad de hormigueo en la frontera con Panamá, donde el Gobierno de ese país ha pedido mayores controles al movimiento de las estructuras del crimen organizado.
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