cuya red era dirigida por una mujer llamada Lilian de Campos Cuello, conocida como ‘La Madame’.
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El fiscal se mostró sorprendido por la decisión de la mujer de no aceptar los cargos.
“La aceptación de cargos y la posibilidad de asumir la responsabilidad penal de conductas criminales es una alternativa que tienen los procesados a lo largo del proceso. Esperamos que las pruebas le parezcan los suficientemente contundentes para que lo haga”, señaló el fiscal Gómez.
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El fiscal aseguró que la mujer tenía casas en Cartagena donde hospedaba a las mujeres y las trasladaba al exterior. Las mujeres llegaban a Miami operadas por ellas y lo pudimos constatar con autoridades migratorias de las Bahamas.
“Ellas viajaban a prestar servicios que son considerados de explotación sexual, de trata de mujeres con fines de esclavitud sexual y pudimos armar la relación de causalidad entre el control y dominio que ejercía ella sobre las mujeres, las fiestas y orgías en las islas del Caribe, la participación de mujeres en yates y lo que significa esta depredación sexual en zona insular del Caribe”, añadió.
Según el fiscal, estos son episodios que vienen ocurriendo desde hace varios años y la explotación sexual de niños tiene un agravante y es la que involucra turistas.
“La pregunta recurrente es ¿Por qué no se hizo antes? Y tengo que contestar que lo estamos haciendo ahora con tecnología de punta, con cámaras y demás que nos permita hacer monitoreo como si estuviéramos enfrentando redes de microtráfico”, manifestó.
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Finalmente, la Fiscalía ratificó que hizo un operativo con una noticia criminal que sirvió de paraguas para establecer las líneas de investigación sobre las cuáles se debía hacer un monitoreo estricto y que en Cartagena las redes de proxenetismo se conocen entre ellas.
“La ‘Madame’ tiene una red internacional y sabemos que 250 víctimas eran de alguna manera comercializadas sexualmente como punto en común. También sabemos que el capitán de la Armada visitaba lugares periféricos de la ciudad para acceder a niñas menores de 12 años, pagar dinero a cambio de sexo y tatuar sus iniciales en las menores. Este hombre, aceptó todos los cargos y que usaba una víctima para reclutar nuevas”, puntualizó.
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