La Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia acusó formalmente al exsenador Eduardo Carlos Merlano Morales por presunto tráfico de influencias de servidor público.
Este señalamiento surge a raíz de los eventos ocurridos en la madrugada del 13 de mayo del 2012 en Barranquilla, Atlántico, donde agentes de tránsito detuvieron la camioneta que él conducía.
A pesar de que los agentes solicitaron los documentos correspondientes, Merlano se negó a entregar su licencia de conducción y a someterse a la prueba de alcoholemia, alegando repetidamente su condición como senador y el respaldo electoral que había recibido.
La acusación subraya que la actitud del congresista, quien afirmó que hablaría con sus superiores, provocó que los patrulleros suspendieran el procedimiento, incumpliendo así con su deber. La Corte Suprema determinó que Merlano habría utilizado su posición política para ejercer presión indebida sobre los agentes, obstruyendo el operativo de tránsito y evitando las sanciones correspondientes.
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Es relevante recordar que, según la acusación, las influencias indebidas del excongresista impidieron la aplicación adecuada de las normas de tránsito, a pesar de que, como cualquier ciudadano, estaba obligado a respetar la ley, especialmente dada su condición de legislador.
Con base en estos elementos y las pruebas presentadas durante el proceso, la Sala Especial de Instrucción ha emitido una resolución de acusación contra Merlano, considerando demostrada la ocurrencia de los hechos imputados y el posible compromiso penal del acusado.
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