Este viernes se llevó a cabo la primera audiencia del exdirector del DAS Miguel Maza Márquez en la JEP, después de un año y medio de haber sido llamado a versión, que, por diferentes razones, no se había podido concretar.
Empezando, el magistrado Gustavo Salazar le recordó a Maza que guardar silencio no constituye un derecho ni una garantía en la JEP y por eso debía aportar detalles sobre la información que tuviera acerca de los crímenes cometidos contra miembros de la Unión Patriótica, en los cuales pudieron haber estado involucrados funcionarios del DAS.
Desde el comienzo negó que desde el DAS se hayan ordenado seguimientos o conseguir información sobre miembros de partidos políticos, grupos de oposición y sindicatos, entre otros.
Según él, en 1985, cuando empezó a dirigir el DAS, el enfoque de este organismo cambió, pues se empezó a perseguir el paramilitarismo y el narcotráfico, ante el alcance que tenían, pero, además, explicó que la orden del Gobierno cuando llegó a dirigir la entidad era que debía acabarse por los malos resultados.
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Sobre la pregunta acerca de si conoció sobre vínculos entre el paramilitarismo y Fedegan mientras fue director del DAS, manifestó: "Hay ganaderos honestos y manejan su finca con honestidad, pero también hay otros grupos que utilizan la violencia para defender sus intereses. Los ganaderos del Magdalena Medio sin duda alguna tenían vínculos e incluso quisieron montar su movimiento político, eso está vivo todavía, el paramilitarismo está vivo".
Asimismo, se refirió al caso del candidato a la presidencia Luis Carlos Galán, pues por este homicidio fue condenado en la justicia ordinaria, e insistió en que no tuvo responsabilidad en estos hechos.
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"El gran problema que tengo yo con mi investigación es que desafortunadamente cuando mi investigación llega a la Corte estaba de moda el cartel de la toga y llevó 12 años de estar detenido y no he podido hacer que haya una especie de revisión de mi condena".
Por último, pidió perdón por no haber asistido a las anteriores diligencias, argumentando que tenía problemas de salud, y manifestó que estaba dispuesto a colaborar con la JEP cuando lo requieran. Por su parte, los representantes de víctimas le agradecieron haber asistido, pero señalaron que aún necesitan escuchar la verdad, pues llevan esperando más de 30 años para esclarecer hechos relacionados con los crímenes contra la UP.