La empresaria Nancy Teresa González de Barberi, su trabajador de confianza, Diego Mauricio Rodríguez, y otra persona, identificada como Jhon Camilo Aguilar, fueron capturados por la Policía de Carabineros tras acusados de enviar a Estados Unidos elementos de marroquinería fabricados con pieles de animales exóticos y en peligro de extinción.
El tratado de extradición con los Estados Unidos tiene dentro de sus premisas la protección de animales silvestres en vía de extinción y castigos fuertes para quienes incumplan estas normas. "Se castigan delitos de concierto para importar y llevar vida silvestre a los Estados Unidos".
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Esta es la razón por la cual la prestigiosa diseñadora de bolsos, Nancy González, cuyos diseños han lucido reconocidas figuras a nivel mundial, está pedida en extradición por una corte del Distrito Sur de La Florida.
"El vulnerar o desconocer la convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas es un delito conforme a las disposiciones legales de los Estados Unidos. Por eso, la extradición en el presente caso es legalmente procedente", explicó el abogado penalista Saúl León explica.
Y es que, según la investigación, la diseñadora González pasó de grandes pasarelas a un calabozo en Cali, por estar relacionada presuntamente al tráfico de pieles. La red transnacional traficaba babillas, caimanes y serpientes pitón, así como el venado Gamo o Gamuza, entre otras exóticas especies.
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González, según las autoridades, usaba como fachada su empresa para elaborar artículos con pieles de babillas, caimanes, serpientes, entre otras especies silvestres y, además, para contactar a ciudadanos, en su mayoría habitantes del Valle de Cauca, para convencerlos de viajar a Estados Unidos y llevar los accesorios.
El tráfico de animales silvestres dejó en el último año en Colombia la recuperación de más de 3.000 especímenes silvestres, a través de rescates y rehabilitación de más de 1.536 animales.
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