Un juez en Neiva condenó a 35 años y 6 meses de prisión al padrastro de un menor de cinco años, quien falleció el 8 de septiembre del 2018 en Neiva producto de los golpes que le propino este hombre. La madre del pequeño fue condena a 10 años y 10 meses de prisión; ambos se encuentran prófugos de la justicia.
Los dos implicados fueron sentenciados por tortura agravada y, en el caso del hombre, también por el delito de homicidio agravado.
“La contundencia del material probatorio presentado por la Fiscalía General de la Nación permitió que el Juzgado Primero Penal del Circuito Especializado con funciones de conocimiento de Neiva (Huila) condenara al padrastro y a la madre un menor de 5 años, a penas de 35 años y 6 meses, y 10 años y 10 meses de prisión, respectivamente”, señalo el director Seccional de Fiscalías del Huila, Daniel Severo Parada Bermúdez.
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Ese trágico día la madre del pequeño, salió de su vivienda, en el barrio El Limonar de Neiva (Huila), con la intención de ir a trabajar. Por esa razón dejo a su hijo al cuidado de su compañero sentimental.
“Se logró determinar que el niño intentó evitar que su mamá se fuera, ante lo cual fue golpeado por esta; quien lo forzó a ingresar a la casa. Poco después el hombre se acercó a la vivienda donde su compañera trabajaba para informarle que el menor continuaba llorando. De nuevo en la residencia; los adultos encontraron al pequeño con la cabeza recostada en la mesa del comedor con los múltiples golpes que le propinó su padrastro”, indico el director Seccional de Fiscalías del Huila.
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Aunque el menor fue trasladado a la ESE Carmen Emilia Ospina del barrio Canaima, llegó sin signos vitales.
De acuerdo con el dictamen forense entregado por Medicina Legal dos días después de la muerte, el menor presentaba traumas en la cabeza, cara y tórax, además de una fractura del brazo izquierdo y signos de haber sido maltratado.
La muerte fue por insuficiencia respiratoria a raíz de los golpes sufridos, señaló Medicina Legal.
Los testimonios recaudados dan cuenta de que el niño sufría de reiterados maltratos físicos por parte de la pareja, como castigo por su falta de control de esfínteres; esto debido a la malformación congénita que la víctima padecía.
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