La juez 18 penal de conocimiento de Bogotá condenó a 17 años y 4 meses de prisión al agente del Esmad Néstor Julio Rodríguez Rúa, quien, según la investigación de la Fiscalía, disparó la granada de gas lacrimógeno que ocasionó la muerte del joven Nicolás Neira, en hechos que se registraron durante las movilizaciones del 1 de Mayo de 2005, en el centro de la ciudad.
“La funcionaria judicial declaró al uniformado responsable del delito de homicidio en la modalidad de dolo eventual y ordenó su captura para que cumpla la condena en centro carcelario. Adicionalmente, le impuso una inhabilidad para el ejercicio de funciones públicas por el mismo tiempo de la pena”, informó la Fiscalía, a través de un comunicado.
La Fiscalía demostró en juicio que el entonces patrullero adscrito al Escuadrón Móvil Antidisturbios accionó un arma conocida como gaseador o truflay, sin orden previa de sus superiores.
Asimismo, los peritajes de balística y los dictámenes médico-forenses evidenciaron que desconoció los protocolos de uso dispuestos para este tipo de artefactos, y lo disparó de forma lineal y directa contra multitud. Una de las granadas alcanzó a un joven, de 15 años, quien con otras personas acompañaba la jornada en la carrera séptima con calle 18.
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El joven Neira falleció cinco días después del hecho, producto del trauma craneoencefálico que le ocasionó el disparo.