Consuelo Rodríguez, madre del niño Gabriel Esteban Cubillos Rodríguez, que apareció muerto en un hotel de Melgar, al parecer asesinado por su padre, habló en Mañanas Blu sobre el estremecedor caso. La mujer declaró que al papá del menor le habían ordenado tomar terapias psicológicas y que el hombre ya había sido denunciado por acoso.
"Recién separados fue un poco difícil, porque él no asumía la separación, pero después de que empezamos con Comisaría de Familia se calmó un poco. No estaba realmente tranquilo como lo imaginaba. En la Comisaría de Familia de Usme determinaron que él debía tomar terapias psicológicas", indicó la mujer, quien aseguró que en ningún momento le quitaron las visitas al hombre.
Rodríguez contó que el secuestro del niño se dio el domingo, al que visitó supuestamente para llevarlo a comer un helado. Sin embargo, esa fue la última que ella vio al menor con vida. En la madrugada del lunes, el asesino le envió una foto del pequeño muerto.
"Él me llamó el domingo sobre las 9:30 de la noche, me escribió un mensaje dónde decía que había dejado una USB con un video en el que decía que iba a asesinar a mi hijo y después se iba a matar él. Apaga el teléfono, a las 4:07 de la mañana, ya del lunes, me envía la foto del niño, ya sin vida", declaró Consuelo Rodríguez.
Publicidad
Según la mujer, el día en que el asesino arribó a su vivienda para llevarse al pequeño, cuando ya tenía todo fraguado y prueba de ello es el video en la USB, se mostró bastante tranquilo. "A él le correspondía estar el fin de semana, estaba escrito en Bienestar Familiar y en la Comisaría".
"El cambió mucho, pero nunca había amenazado con hacerle daño al niño. El niño anhelaba cada 15 días cuando el papá iba a recogerlo. Contaba con sus deditos todos los días", dijo.
Uno nunca termina de conocer a nadie. Gabriel no era hijo único, yo tenía otro hijo por aparte y él también
Publicidad
Sobre el hecho, Fabian Vidal, el dueño del hotel El Rey, en el que sucedieron los hechos, le dijo a Blu Radio que el hombre salió el lunes en la mañana, muy tranquilo, expresó en la recepción que iba a desayunar y luego regresaba.
Solo después, cuando la Policía corroboró la dirección en la que estaba el niño, tras la denuncia de la madre, comprobó lo que había ocurrido.
“Para nosotros es muy difícil porque no hubo ninguna bulla, no hubo nada extraño, nada anormal en esa noche. Él salió demasiado tranquilo en la mañana. Él no sale con maleta, con nada, vestido con sus zapatos, un jean y una camisa rosada”, agregó.
Publicidad