La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró responsable al Estado colombiano por la muerte de Giacomo Turra, un joven italiano de 24 años que se encontraba de visita en Cartagena, en 1995.
El joven entró a un restaurante y se encontraba en el patio del establecimiento cuando los propietarios llamaron a la Policía, advirtiendo que Turra se encontraba exaltado. Posteriormente fue trasladado al hospital, al parecer, amarrado de brazos y piernas en la patrulla.
“Después de esto, lo trasladaron hasta la estación de Policía de Bocagrande, donde Giacomo fue víctima de maltrato: lo golpearon y lo dejaron caer y rodar por el suelo. Hacia las 12:45 a. m. del 4 de septiembre, el cuerpo sin vida del joven italiano fue abandonado por los mismos uniformados en el hospital al que había sido llevado una hora antes. Ahí se constató que tenía múltiples golpes en la cara, laceraciones y heridas en el mentón, tórax y abdomen”, señala un comunicado de la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ), organización que representa el caso ante el Sistema Interamericano.
La Policía emitió un comunicado ese día asegurando que el joven habría muerto por una sobredosis de alucinógenos.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) declaró la responsabilidad del Estado colombiano por la violación de los derechos a la vida, la integridad personal, la libertad personal, las garantías judiciales, la protección judicial y la salud, contenidos en los artículos 4, 5.1, 7, 8.1, 25 y 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, de Giacomo Turra y de sus familiares
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