El Tribunal Superior de Bogotá declaró la prescripción del delito de tráfico de influencias y decretó la preclusión a favor del expresidente de la Corte Suprema de Justicia Francisco Ricaurte, por lo que rebajó tres años en su condena, la cual había tasado inicialmente un juez en 19 años de prisión.
De esta manera, Ricaurte deberá permanecer en la cárcel por 16 años y cinco meses por el resto de delitos, que son concierto para delinquir, cohecho y utilización indebida de información oficial privilegiada en calidad de interviniente.
El pronunciamiento del tribunal fue hecho al resolver la apelación que hicieron de la condena tanto el exmagistrado como la Fiscalía, que pedía 26 años de prisión. Ahora, la decisión irá a la Corte Suprema de Justicia para que sea revisada en casación.
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De acuerdo con los hechos revisados en segunda instancia, Ricaurte conformaba una organización criminal en la que estarían involucrados el exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno Rivera, el abogado Leonardo Pinilla Gómez y otros juristas. Asimismo, lo vincula a seis eventos en los que se habría favorecido con decisiones judiciales a congresistas y gobernadores procesados penalmente.
La Fiscalía demostró que el exmagistrado intervino en los procesos que adelantaba la corte contra los excongresistas Álvaro Ashton Giraldo, Musa Besaile Fayad y Julio Manzur Abdalá por ‘parapolítica’, a cambio de jugosas sumas de dinero.
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Igualmente, intervino en los procesos de los exgobernadores Alejandro José Lyons Muskus de Córdoba y, Juan Carlos Abadía del Valle del Cauca, quienes eran procesados por corrupción.
Al justificar su petición, el fiscal delegado advirtió que Ricaurte Gómez, en compañía de sus socios, supuestamente utilizó información privilegiada, habría manipulado testigos para cambiar versiones e instrumentalizaba a los medios de comunicación para desprestigiar o restar credibilidad a los testimonios.
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