Durante la Operación Libro, adelantada por el Gaula Militar y la Fiscalía, fue desmantelado un grupo delincuencial conformado por seis personas, entre ellos, dos hermanos y en su mayoría funcionarios del CTI y la Policía. Se trata de dos investigadores del CTI, dos policías activos de la Metropolitana del Valle de Aburrá, un policía retirado y un civil que se haría pasar como policía.
Según las investigaciones, los capturados abordaban a presuntos delincuentes o los citaban a reuniones en Medellín, Bello, Copacabana y Girardota y les mostraban lo que sería expedientes penales por delitos que las victimas habrían cometido.
Al parecer, estos funcionarios exigirían altas sumas de dinero a las víctimas para que no los judicializaran y, en algunas ocasiones, con ellos ya esposados y en el bunker de la Fiscalía, pedían dinero para no presentarlos ante el fiscal.
Uno de los capturados, investigador del CTI, al parecer, se hacía pasar como fiscal para darle más garantías a la víctima y que este accediera a entregar el dinero.
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Entre los denunciantes se encuentra un excandidato a la alcaldía en las pasadas elecciones regionales y un comerciante del centro de Medellín a quién le estarían exigiendo 500 millones de pesos.
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Los seis capturados fueron presentados ante un juez de control de garantías por los delitos de extorsión Agravada, utilización de menores de edad y suplantación de identidad.
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