Ante un tribunal federal del Distrito Sur de Florida, Estados Unidos, donde se intenta demostrar un supuesto estatus diplomático de Álex Saab como representante del régimen venezolano, comparecieron testigos quienes aseguran que el empresario barranquillero efectuó cuatro millonarias transferencias entre 2018 y 2019 con dinero obtenido de manera ilegal a través de contratos con el gobierno de Nicolás Maduro. De acuerdo con las versiones recogidas por la justicia estadounidense, las transferencias se hicieron a cuentas bancarias que estaban bajo el control de la agencia antidrogas DEA.
La primera de estas transferencias se efectuó el 9 de agosto de 2018 por un valor de US$ 3.255.59; seguida por otra que se hizo el 24 de septiembre de 2018 por US$ 3.313.757 y cerró ese año con una millonaria transferencia por US$ 3.138.844 del 1 de noviembre de 2018. La cuarta y última transferencia fue US$ 2.942.501 con fecha del 5 de febrero de 2019, según indica el documento revelado por el periodista Joshua Goodman.
Esas transferencias hacían parte de un acuerdo para que el empresario colombiano, señalado de ser el testaferro de Nicolás Maduro, se entregara a la justicia y suministrara información relevante sobre un complejo sistema de lavado de activos que enreda a la cúpula entera del poder político en Venezuela.
Las mencionadas trasferencias coinciden con las fechas en las que Saab sostuvo reuniones con la DEA, una de ellas en Bogotá, en donde reveló el pago de jugosos sobornos a altos funcionarios del gobierno venezolano para facilitar el proceso de contratación en la construcción de viviendas, indicaron los testigos al tribunal que debe determinar si el empresario fue detenido y extraditado desde Cabo Verde hacia Estados Unidos de manera ilegal al desconocer una supuesta inmunidad diplomática.