A través de su cuenta de Twitter, la Fiscalía comunicó una Importante decisión en medio de la estrategia para esclarecer magnicidios de líderes políticos.
#ATENCIÓN: Importante decisión en estrategia de esclarecer magnicidios. En caso por asesinato de exministro Rodrigo Lara Bonilla, (30/04/84), #Fiscalía citó a indagatoria a Alberto Santofimio Botero y a Jairo Ortega. Quedaron programadas para 27 y 28 de agosto, respectivamente
— Fiscalía Colombia (@FiscaliaCol) August 16, 2018
En el caso del asesinato de exministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla, el ente acusador citó a indagatoria a Alberto Santofimio Botero, exministro de Justicia de Alfonso López Michelsen, y al exparlamentario de la época Jairo Ortega.
Publicidad
Las citaciones quedaron programadas para el 27 y 28 de agosto, respectivamente.
Al respecto, Rodrigo Lara Restrepo, hijo del exministro, asesinado hace 34 años, dijo a BLU Radio que no le sorprende el llamado a indagatoria, pero sí la impunidad que ha rondado el caso.
Publicidad
“Me sorprende la más la impunidad, porque, a pesar de haber sido declarado de lesa humanidad, la justicia nunca ha avanzado”, dijo.
En ese sentido, el senador expresó que la justicia estaba demorada en tomar la decisión: “Existe total impunidad al respecto y tenemos afincadas las ilusiones de que por fin haya justicia. No hago acusaciones, pero sí es importante que el país sepa que para asesinar a Rodrigo Lara hubo una orquestación político-criminal”.
Añadió que en una gira por Tolima, dos o tres semanas antes del asesinato, Santofimio pedía “un minuto de silencio” por la memoria de él.
“Así iniciaba sus manifestaciones y todo era ampliamente desplegado por quien fuera el botafuegos del Cartel de Medellín contra mi padre en la prensa, que era Édgar Artunduaga”, dijo.
Publicidad
“En las columnas que él (Artunduaga) tenía en El Espacio se refería a esas menciones que hacía Alberto Santofimio del ministro, dos o tres semanas antes de que lo mataran”, expresó.
Rodrigo Lara fue asesinado hace 34 años, específicamente, el 30 de abril de 1984 a manos de sicarios del Cartel de Medellín por orden de Pablo Escobar.
Publicidad