del agente de la DEA, James Terry Watson.
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Los capturados que figuran como sospechosos en este crimen son pedidos por el gobierno de los Estados Unidos para ser juzgados y condenados en ese país.
James Terry Watson salió de comer junto a varios compañeros en el restaurante El Corral Gourmet del Parque de la 93 el pasado viernes, donde tomó un taxi, y mientras se le realizaba el paseo millonario, los asesinos lo habrían ultimado a puñaladas.
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Inmediatamente se dio la muerte de Watson, la Policía Nacional ordenó una recompensa de 50 millones de pesos, mientras que la Fiscalía General conformó un equipo especial para resolver la investigación prontamente, tal como ha sucedido.
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Una juez concedió la libertad a dos de los taxistas, quienes habían sido relacionados con el asesinato del agente de la DEA, James Watson el pasado 20 de junio en el norte de Bogotá. Entre lágrimas, Ángel Pulgarín y Wilson Peralta, celebraron su libertad.
La juez consideró que la argumentación de la fiscal fue insuficiente, por eso tomó la decisión de dejar a estos taxistas en libertad, aunque seguirán vinculados al proceso. Los propietarios de los taxis en los cuales se cometió el asesinato del exfuncionario de la DEA se presentaron ante las autoridades y entregaron su versión de los hechos.
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El representante de uno de los gremios más grandes de taxistas de Bogotá, Uldarico Peña aseguró que lo que sucedió es muy extraño porque, según él, los vehículos están en regla pero las personas que conducían no estaban dentro de los reportes oficiales.
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El miércoles en la mañana, las autoridades presentaron a los medios de comunicación a cuatro de los capturados por el asesinato de James Watson, según las primeras versiones, de los seis sindicados solo cuatro serían extraditados a Estados Unidos y dos se quedarían en Colombia para ser juzgados bajo las leyes de nuestro país.