Como una compañera fiel y preocupada, la comunidad internacional ha caminado de la mano con Colombia durante el proceso de negociación y posterior firma del acuerdo que puso fin a uno de los conflictos más largos del planeta.
Cinco años después de ese momento histórico, la implementación se ha convertido en un desafío y el mundo lo sabe. Conoce bien que han surgido retos a nivel social, en seguridad y en lo político, por eso vela constantemente por proteger el acuerdo logrado, dar respaldo a lo que se ha alcanzada e impulsar para que se consiga lo que falta.
El más reciente espaldarazo llegó desde la corte penal internacional. Durante la semana del 28 de octubre de 2021, el fiscal de la corte, Karim Khan, visitó Colombia para definir el futuro del examen preliminar sobre violaciones a los derechos humanos cometidas en el conflicto que vivió el país.
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El fiscal Khan decidió archivar dichos exámenes preliminares, activos desde 2004, evitando abrir una investigación formal a Colombia en este tribunal internacional, asegurando que la nación está a la altura de las obligaciones para dar respuesta a víctimas y procesar a los responsables.
“Estamos muy agradecidos con el excelente funcionamiento y operación por parte de Colombia, sus instituciones y su pueblo. En el acuerdo que acabamos de firmar y tal como me ha dicho el presidente en repetidas ocasiones, él se ha comprometido a seguir apoyando la JEP, seguir apoyando el proceso de paz y seguir asegurando, mediante obligaciones vinculantes, el camino a la justicia y la paz, muy complicado, pero el destino final que todos los colombianos quieren se alcance”, aseguró.
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El fiscal de la CPI enfatizó que el estado colombiano debe garantizar el libre trabajo de la justicia especial de paz (JEP), sin interferencias políticas y sin ningún tipo de obstáculo que le impida desarrollar la importante misión que tiene: dar justicia y reparación. Compromisos que quedaron firmados para su cumplimiento.
Y es que el fiscal Khan aclaró que el cierre de los exámenes preliminares no significa mirar hacia otro lado y alejarse de Colombia, sino “todo lo contrario, vamos a trabajar de manera más estrecha”.
Por su parte, el presiente Iván Duque, cuyo gobierno estar cerca de terminar, reiteró el compromiso del estado colombiano para seguir apoyando y protegiendo el trabajo de las instituciones. Añadió que “el reconocimiento es una motivación para seguir trabajando y que se avance rápidamente en los macro-casos”.
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Durante su primera visita como secretario de Estado de Estados Unidos realizada en la semana del 21 de octubre de 2021, Antony Blinken dijo que la Casa Blanca entiende que la implementación puede ser difícil, pero que también las personas olvidan fácilmente cómo era la vida antes del acuerdo y por eso se deben apoyar todos los esfuerzos para su cumplimiento.
Blinken aplaude lo que Colombia ha venido logrando durante estos cinco años después de la firma, pero reitera la importancia de mantener el foco en trabajar en eso que falta por hacer, como lograr mayor presencia del Estado en las comunidades rurales más afectadas por la violencia y especialmente en la capacidad de generar más oportunidades para la gente.
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“Creo que hay éxitos tremendos ya, una desmilitarización drástica en las comunidades involucradas, los inicios de la integración política de las comunidades, hemos visto pasos importantes hacia la rendición de cuentas por los abusos de derechos humanos, el trabajo que estamos haciendo juntos para encontrar a las personas desaparecidas como resultado del conflicto. Todo esto es real, es importante, nunca es perfecto, pero sí es real”, dijo Blinken en Bogotá.
El secretario ve fundamental proteger en este proceso a todo aquel que se levante para señalar los problemas, los abusos y las falencias. Dice que es la responsabilidad del Estado garantizar que sus voces se escuchen sin miedo a ser silenciadas.
Cuba jugó un papel importante durante el proceso de paz y sus lideres han manifestado su deseo de seguir siendo garantes de los cumplimientos de los acuerdos firmados en 2016.
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En 2020, Estados Unidos bajo la administración de Donald Trump, incluyó a Cuba en el listado de países patrocinadores del terrorismo, teniendo como uno de sus argumentos, la negativa de la isla a extraditar a miembros del Ejército de Liberación Nacional, ELN, grupo responsable del atentado contra la escuela general Santander perpetrado en enero de 2019 y en el que murieron 22 personas.
Así lo anunció el entonces secretario de Estado Mike Pompeo: "Con esta medida de nuevo hacemos responsable al gobierno de Cuba y mandamos un claro mensaje: el régimen castrista debe acabar con su apoyo al terrorismo internacional y con la subversión de la justicia estadounidense".
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Una acción que fue rechazada por las autoridades cubanas, que calificaron la decisión de “carente de sentido y deshonesta”, señalando que Washington ejerce una manipulación política acerca del papel de Cuba en el proceso para lograr la paz en Colombia.
“Para Cuba resulta contradictorio que el gobierno de Colombia haya reconocido en varias ocasiones, tanto pública como privadamente, el papel de garante de Cuba en el proceso de paz con las FARC y, sin embargo, desconozca acuerdos suscritos con nuestro país, también en condición de garantes, en el proceso de paz con el ELN”, dijo el viceministro de relaciones exteriores de cuba, Rogelio Sierra Díaz, el 9 de julio de 2020.
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El viceministro Sierra Díaz recordó que la cancillería colombiana afirmó su agradecimiento y reconocimiento a su país por el papel desempeñado en la implementación del acuerdo de paz con las FARC y que asimismo valoró su interés en aportar al logro de la estabilidad y seguridad en ese país.
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“Todos conocen que Cuba siempre ha actuado desde la condición de garante con imparcialidad, transparencia, discreción y a solicitud de ambas partes. Todo con el propósito de ayudar al anhelo compartido de una paz integral en Colombia”, añadió Sierra Díaz.
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Venezuela fue otro de los países que estuvo presente como facilitador en la creación y consolidación del acuerdo de paz firmado hace cinco años. Sin embargo, durante este tiempo se han venido presentando diferentes momentos de tensión con Colombia, como por ejemplo, en 2019, por la presunta presencia del exjefe negociador de la guerrilla de las Farc, Iván Márquez, en territorio venezolano y el anuncio de rearme.
"No estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla, sino frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro", manifestó el presidente Iván Duque.
En respuesta, la administración de Nicolás Maduro responsabilizó al gobierno de Iván Duque: “Resulta insólito que Iván Duque con absoluta desfachatez, en un acto deleznable, pretenda desplazar hacia terceros países y terceras personas su exclusiva responsabilidad en el planificado desmontaje del proceso de paz y el incumplimiento de los compromisos asumidos y firmados por el Estado colombiano”, dijo el entonces canciller de Venezuela Jorge Arreaza en 2019.
Arreaza también dijo que "Venezuela está en consultas con el resto de los países acompañantes y garantes del proceso de paz para trazar estrategias inmediatas que permitan el restablecimiento de los contactos entre las partes".
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ONU
El pasado 29 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución para ampliar por un año el mandato de su misión de verificación de los acuerdos de paz en Colombia.
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La organización es una de esas miradas vigilantes de la implementación, muchos de los países miembros han manifestado su preocupación sobre el deterioro de la seguridad que afecta de manera "desproporcionada" a los indígenas y afrocolombianos en algunas regiones.
Para el secretario general de la ONU Antonio Gutiérrez, el acuerdo de paz en Colombia se enfrenta ahora al gran reto de afianzar una presencia del Estado que aún no es lo bastante fuerte en todas las áreas, pero no desconoce que se han dado pasos importantes que son motivo de celebración.
De esta manera, la comunidad internacional de dice a Colombia que no está sola y desde una posición respetuosa verbaliza que aún falta mucho por hacer.
Escuche este informe de Yohana Gálviz:
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