Son más de 6.000 millones de pesos los que les adeudan a varias IPS de Villavicencio por cuenta de las pruebas PRASS que se vienen practicando en la ciudad en medio de la pandemia y que hacen parte del rastreo y aislamiento como medida que busca evitar la propagación del virus.
Por esta millonaria deuda, que tiene en jaque la liquides de las IPS que venían prestando este servicios en varios puntos fijos de la ciudad, a partir de este lunes ya no se practicarán estas pruebas y, en cambio, si alguna persona presenta síntomas o sospecha que tiene COVID-19 o que tuvo contacto con alguien que dio positivo para coronavirus deberá solicitar directamente a su EPS que le practique la prueba.
Esta situación pone en aprietos a Villavicencio y las autoridades sanitarias.
Claudia Gutiérrez, directora de Salud Pública de Villavicencio, se refirió al respecto.
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“La IPS Clínica Primavera, que venía tomando las pruebas contratada por las diez EPS del municipio, no puede más porque la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres) del Ministerio de la Protección Social de Salud no ha pagado las pruebas que se han venido realizando en Villavicencio desde el mes de octubre (de 2020) a las IPS ESE municipal, Multisalud y Clínica Primavera, que son las entidades que han apoyado el tema de pruebas Prass”.
Lo más preocupante es que, desde hace una semana, el municipio solicitó al Gobierno Nacional llegar a un acuerdo con las IPS, pero hasta el momento no se ha tenido una respuesta por parte el Ministerio de Salud y esto podría también poner en riesgo el esquema de vacunación.
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