Durante más de 13 años de investigación por parte de la inmunóloga Susana Fiorentino y el grupo de investigación en Inmunología y Biología Celular, de la Pontificia Universidad Javeriana, se evaluaba la influencia que tenían los extractos de dos plantas usadas en medicina tradicional para el tratamiento del cáncer de seno y de la leucemia. Pero ante la avalancha que produjo el COVID-19, se volcó la investigación en evaluar la eficacia del extracto de la semilla del dividivi en enfermedades respiratorias.
Según los investigadores, las semillas del árbol dividivi (Caesalpinia spinosa), que crece principalmente en Boyacá, en la región del alto Ricaurte, han tenido un poder antiinflamatorio que lo usaban los mismos campesinos para tratar la sinusitis. Durante el tiempo de investigación, se adquirió conocimiento sobre el desarrollo de un medicamento a partir de un extracto de esta planta, es decir, un fitomedicamento. Identificaron más de 13 moléculas o compuestos, los cuales trabajan en conjunto para lograr los efectos antiinflamatorios y antitumorales.
“Nosotros cogimos la semilla del dividivi, hace un proceso de extracción de las moléculas químicas que están dentro de la semilla y eso nos permite tener en un extracto solamente las moléculas que tienen la actividad biológica que estamos buscando. No es ir a buscar el árbol y sacarle el extracto y ya”, le dijo a Blu Radio la doctora Susana Fiorentino.
Después de testear esta píldora en animales y descubrir los beneficios antiinflamatorios, empezó el estudio de fase 2 para probar el fitomedicamento en pacientes con COVID-19, el cual fue aprobado por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), y financiado por la convocatoria Mincienciatón.
Durante 28 días, cada una de las 91 personas que aceptaron ser parte del estudio clínico fueron observadas y evaluadas desde 150 parámetros. Al azar, 44 pacientes recibieron el fitomedicamento durante 14 días —una cápsula cada 12 horas—, mientras otros 46 tomaron un placebo. Aquellas personas que tomaron la píldora lograron salir de la hospitalización por COVID-19 dos días antes de que una persona en recuperación del virus pudiera dejar una UCI.
De acuerdo con Fiorentino, el fitomedicamento disminuyó la replicación viral del COVID-19 debido a que aumenta la limpieza dentro de las células de los pacientes que participaron en el estudio científico en alianza con el Hospital Universitario San Ignacio.
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“El estudio clínico fue solo para COVID-19 pero los resultados nos muestran que esta píldora puede funcionar en enfermedades respiratorias que presentan las mismas características del coronavirus”, agregó Fiorentino.
Ya se presentó ante el Invima la información sobre los estudios de fase 2 para poder comercializar esta píldora contra el COVID-19 en Colombia. Se espera que con diferentes farmacéuticas pueda ser vendida en el territorio nacional como tratamiento.
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“Estamos esperando la respuesta del Invima para la aprobación. Ya depositamos el dossier y estamos esperando los pasos a seguir, ya sea cómo suplemento que viene de la planta del dividivi, o como fitomedicamento no tradicional”, concluyó.
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