¿Hay que abrir la puerta a la mascarilla en casa? El debate cobró fuerza en Francia , si bien algunos profesionales juzgan esta posibilidad "extrema" y "desconectada de la realidad".
Se puede luchar contra la segunda ola de la epidemia del coronavirus "respetando las medidas de prevención, llevando mascarilla, incluso en casa", declaró el domingo en televisión el primer ministro, Jean Castex.
"Yo empecé a llevarla en el círculo familiar", declaró por su parte el doctor Gilles Pialoux, jefe del servicio de enfermedades infecciosas en el hospital Tenon de París, recordando que como médico está especialmente expuesto al virus.
También un ex alto cargo del ministerio de Sanidad, William Dab, aconsejó que los alumnos "no se quiten la mascarilla cuando lleguen a casa" y que los miembros de la familia no coman al mismo tiempo para evitar estar demasiado cerca con la cara descubierta.
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Dab precisó posteriormente que no defiende "el porte sistemático de mascarilla en casa". "Cada familia debe decidir: es una elección delicada entre la necesidad afectiva y sanitaria", dijo al diario Le Monde.
En general "se tiene la sensación de que se está protegido" en casa. "No es verdad", previno.
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Un estudio publicado el 30 de octubre por los Centros de Prevención y Lucha contra las Enfermedades de Estados Unidos concluyó que la transmisión del coronavirus "entre miembros de un mismo hogar es frecuente, ya sea por parte de niños o adultos".
Así, entre 191 personas que vivían con un individuo contagiado, 102 (53%) se infectó.
El porte de mascarilla en casa es "una solución extrema, mientras que hay tantas otras cosas que no se hacen" para evitar los contagios, dijo a la AFP el doctor Michaël Rochoy, que preconizó generalizar el uso de estas protecciones mucho antes que las autoridades en Francia.
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Defender su porte en casa si no se tienen síntomas es "estar completamente desconectado de la realidad", prosigue este médico. "Si el virus llega a una familia, es porque alguien se contagió en el exterior", añade.
Según Rochoy, hay que hacer "lo máximo afuera" para "poder vivir normalmente en casa, en el seno de la familia". En cambio, si se tienen síntomas, si se vive con una persona frágil o se visita a los abuelos, la mascarilla es pertinente, concluye.