Las noche del martes, 5 de noviembre, Bogotá vibró con la energía inigualable de Slipknot. En la primera de sus dos presentaciones en el Movistar Arena, la agrupación sorprendió a sus fanáticos al adelantar el inicio del concierto a las 8:30 p.m., media hora antes de lo previsto. Lo que fue anunciado como una celebración del 25 aniversario de su álbum debut homónimo, lanzado en 1999, resultó en una experiencia única y explosiva que dejó satisfechos a todos los asistentes.
El setlist de la noche estuvo compuesto por las canciones de este primer disco que catapultó a Slipknot a la fama. Con una fuerza y precisión abrumadoras, la banda interpretó cada tema de principio a fin, rememorando el estilo brutal y característico que los llevó a convertirse en leyendas del metal alternativo. Desde los primeros acordes, la audiencia quedó atrapada en un espectáculo de intensidad sonora y visual.
El vocalista de Slipknot, Corey Taylor, hizo sentir su cercanía con el público colombiano al dirigirse a ellos en español en varias ocasiones, compartiendo su aprecio por Bogotá y agradeciendo la calidez de sus seguidores. “¡Gracias, Bogotá!”, exclamó en una de las pausas, generando un estallido de aplausos y gritos de emoción. Este gesto fue recibido con entusiasmo por la audiencia, creando un vínculo especial entre la banda y sus fanáticos, quienes no dejaron de corear y vibrar con cada tema.
El concierto, que mantuvo su ritmo demoledor hasta las 10 de la noche, fue considerado por los asistentes como un tributo perfecto al álbum de 1999. Además de la calidad del show, la organización fue destacada por su fluidez y la disposición en el recinto, permitiendo una experiencia cómoda y segura para todos.
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Este primer álbum, titulado Slipknot, fue lanzado el 29 de junio de 1999 bajo el sello Roadrunner Records y contó con la producción de Ross Robinson, quien ayudó a la banda a pulir su sonido crudo sin desviar su esencia. En diciembre del mismo año, una reedición del álbum fue lanzada, incluyendo algunas modificaciones en el orden de las canciones y una nueva masterización. Este disco, que fusiona diversos estilos con una notable presencia de percusión y agresividad sonora, logró posicionarse en el puesto 51 de la lista Billboard 200 y fue certificado doble platino en Estados Unidos, consolidando a Slipknot como un fenómeno musical de su época.
La noche del 5 de noviembre en Bogotá fue más que un concierto; fue un tributo inolvidable a uno de los trabajos más icónicos de la banda. En una muestra de energía y pasión, Slipknot celebró junto a sus seguidores el legado de su álbum debut, dejando una huella imborrable en todos los presentes y consolidando una conexión inquebrantable con el público colombiano.
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