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Omega pone otro chaleco de muerte en el Desafío XX y así reacciona el sentenciado

Ya son tres los hombres que están sentenciados a muerte y deberán dar lo mejor en el Box Negro si no quieren quedar eliminados de la competencia.

Desafío XX
Desafío XX
Foto: Omega

Este miércoles los competidores se midieron en el Box Rojo en el Desafío de Sentencia y Bienestar. Una prueba que requirió de rapidez, fuerza, agilidad y puntería entre los integrantes del equipo.

En esta ocasión, Omega aseguró una nueva victoria y tendrá todos los muebles en la casa durante este ciclo del Desafío. Asimismo, tuvieron la responsabilidad de escoger al nuevo sentenciado que se uniría a Kratos y Hércules.

No hubo mucha conversación para escoger al portador de ese chaleco, desde hace días estaba entre la baraja por parte del equipo fucsia al tener en cuenta sus declaraciones en ocasiones anteriores.

¿A quién sentenciaron?

Omega decidió que el tercer chaleco de muerte de la competencia iría para Francisco, de Beta. Kratos fue el encargado de ir a la casa azul para entregársele y afirmar que no era "nada personal", deseándole que pudiera mostrar lo mejor en el Box Negro.

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"Como volviste, pues sentimos que para la fusión debe ganarse su puesto allá como todos. Entonces no es nada personal, Francisco. Que la demos toda y a romperla en el box", dijo Kratos mientras se despedía de los demás integrantes de Beta.

Ante esta decisión, Francisco le expresó a sus compañeros que sabía que el chaleco iba para él, por lo que mentalmente ya estaba preparado.

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"Me enorgullece que este es el último box para entrar a la otra etapa", dijo Francisco tranquilo luego de la salida de Kratos de la casa.

¿Gaspar multiplicó el dinero?

La capitana de Omega fue la elegida para multiplicar el dinero que habían ganado el equipo en la prueba. Sin embargo, no pudo rechazar la oferta tentadora de Mafe Aristizábal, quien le ofreció cambiar un millón de pesos por un computador de alta tecnología que tiene un costo de aproximadamente seis millones de pesos.

Gaspar accedió al trueque y luego contó la verdad a sus compañeros, quienes respaldaron su decisión.

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