La actriz y cantante Carolina Gaitán habló sobre su experiencia en la gala de los Premios Óscar, en los que la película Encanto ganó el premio a mejor cinta animada. La artista explicó la razón por la que Kecky G y Luis Fonsi cantaron en los premios Óscar.
"La verdad es que esto es una sensación muy latina y acá hay nombres que tienen una trayectoria. Ahí a uno le toca entender y sentirse agradecido de que en mi canción pude hacer, digamos por decirlo así, el acto principal o la apertura. Yo me siento llena de gratitud y muy contenta de haber podido realmente hacer la participación que tuve. Lo demás, obviamente no está en las manos de uno. Los latinos debíamos poner una bandera muy fuerte y ellos tienen una trayectoria muy grande", dijo.
La artista colombiana contó que tras la ceremonia estuvo en tres celebraciones y que todavía no puede creer todo lo que vivió en la jornada.
"Fue muy especial. Sigo sin entender todo esto, ha sido hermoso, tengo que decantar tanta información. Uno ha crecido toda la vida viendo esta ceremonia, realmente sintiéndola, sobre todo los que vibramos con el séptimo arte, hemos crecido admirando cada uno de los instantes que suceden en esta ceremonia. Hacer parte tan contundentemente es muy bonito. No es carreta, poder sentirse parte de la bandera de Colombia ahí fue muy especial", contó Gaitán.
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De la mano de las inconfundibles mariposas amarillas de Gabriel García Márquez, "Encanto" conquistó con su realismo mágico a la audiencia y a la Academia , que este domingo le otorgó el Óscar a la mejor película animada.
La producción de Disney es una carta de amor a Colombia, que trae a la pantalla su riqueza cultural y natural para contar la historia de los Madrigal, una familia con superpoderes que vive en un mágico lugar en medio de exuberantes montañas.
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"Estoy muy orgullosa de ser parte de una película que pone en primera plana a personajes hermosos y diversos, y que personas de todas partes se vean reflejadas en la película", dijo la productora Yvett Merino al recoger la estatuilla.
A ritmo de vallenato, con aroma de café y sabor de arepas, los Madrigal utilizan sus dones para ayudar a la comunidad en la cual viven, pero la magia comienza a desaparecer desafiando la resiliencia y unidad de la familia.