En el corazón del Meta, un rincón de Colombia que alguna vez estuvo oculto por el conflicto armado, emerge un paraíso natural conocido como las Piscinas del Güéjar. Este espectacular escenario, ubicado en el municipio de Lejanías , ha captado la atención de turistas tanto nacionales como internacionales, gracias a su belleza natural y a los esfuerzos de las comunidades locales que han apostado por el turismo comunitario y sostenible.
Germán Darío Ospina García, representante legal de la asociación Guejar Park, recuerda cómo este proyecto nació en respuesta a un desafío ambiental. "El turismo aquí surge a raíz de todo un tema de impacto ambiental. En 2016, el escenario tuvo una sobresaturación de turistas ", comenta Ospina. Fue entonces cuando la comunidad decidió tomar el control y, tras tres años de trabajo arduo, se organizaron en una asociación que hoy lidera un modelo de turismo sostenible en las Piscinas del Güéjar. "Logramos organizarnos como una asociación, crear un sendero comunitario y establecer un proceso de gobernanza que ha permitido realizar un turismo sostenible", añade.
El camino hacia el éxito no fue fácil. Las comunidades, cuya principal actividad era la ganadería, se enfrentaron al desafío de adentrarse en el mundo desconocido del turismo. "Aquí todos somos campesinos ... Cuando llega el turismo, llega una oportunidad para todos, una oportunidad de darle valor agregado a lo que hacíamos", reflexiona Ospina. Con un fuerte deseo de preservar su tierra y cultura, los habitantes comenzaron a capacitarse, a aprender sobre turismo sostenible y a trabajar en conjunto para proteger y compartir su entorno natural.
El encanto de las Piscinas del Güéjar radica en su impresionante formación rocosa, que se conecta con el escudo guayanés, y en su riqueza hídrica, proveniente del páramo de Sumapaz , el banco de agua dulce más grande del mundo. Los turistas que visitan este lugar pueden disfrutar de paisajes asombrosos a través de actividades como el senderismo, que no solo les permite explorar la belleza natural, sino también conocer la rica historia del lugar. "Están en un escenario maravilloso, que pueden venir con toda la tranquilidad del mundo", asegura Ospina, invitando a los viajeros a descubrir la magia oculta del Meta.
Nayib Vázquez, administradora de la finca Guadualitos del Güéjar, comparte cómo el turismo ha transformado su comunidad. "Somos una empresa campesina que fue construida desde el año 2016. Iniciamos el proceso de turismo regenerativo, cuidando la naturaleza. Somos la ruta delagua , la flora y la fauna", explica Vázquez. En la finca, los visitantes pueden disfrutar de una variedad de atractivos, incluyendo Pozo Azul, el Jacuzzi, la Cascada Caño Jordán y la Cascada Caño Lajón. "Es un escenario donde nos pueden visitar todo tipo de personas, niños, adultos y ancianos. Es muy familiar", añade.
La oferta turística de la región no se limita a las maravillas naturales. Vázquez destaca que en Lejanías, conocido como la capital frutícola de Colombia, los turistas pueden sumergirse en la cultura local a través de rutas agroturísticas, y degustar productos regionales como vinos y café. "Acá nuestras costumbres siguen siendo las mismas, nos visitan personas de todo el país... Ahora estamos iniciando un proceso ya de turista internacional", comenta Vázquez, subrayando el potencial que tiene el municipio para atraer a visitantes de todo el mundo.
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El éxito de las Piscinas del Güéjar y su entorno no solo radica en su espectacular belleza, sino en la determinación y el esfuerzo de las comunidades locales que han transformado sus vidas gracias al turismo. Como lo señala Ospina, "Hoy estamos diciendo que hay una oportunidad acá en el campo, una oportunidad gracias al turismo". Este rincón del Meta, una vez desconocido, ahora se consolida como un territorio de paz, donde la naturaleza y la cultura se entrelazan para ofrecer una experiencia inolvidable a quienes se aventuran a descubrirlo.