El enojo es una emoción universal que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, ¿cuál es la raíz de este sentimiento y cómo podemos manejarlo de manera efectiva? Para obtener respuestas a estas preguntas y comprender mejor el enojo, se habló En Blu Jeans de Blu Radio con el licenciado Raúl José Alcázar, un experto en el tema.
Según el licenciado Alcázar, "la raíz del enojo es cualquier incomodidad, cualquier cosa que nos desagrade". Esto puede comenzar a un nivel leve, donde simplemente decimos que algo no nos gusta o nos incomoda. Sin embargo, si esta incomodidad aumenta, el enojo puede crecer y convertirse en furia.
El enojo puede expresarse de muchas formas, desde decir groserías hasta volverse físicamente violento.
El enojo tiene su origen en el desagrado o la incomodidad, y a menudo está vinculado a la percepción de injusticia. Algunas creencias personales, como la idea de que siempre nos suceden cosas malas, también pueden alimentar el enojo. Cuando agregamos evaluaciones negativas a nuestras incomodidades, el enojo tiende a intensificarse.
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El licenciado Alcázar mencionó la importancia de distinguir entre niveles de enojo. Puede haber un nivel bajo de enojo que es válido y útil para expresar desacuerdo o defenderse de una injusticia de manera pacífica. Sin embargo, el nivel 2 de enojo, que implica una intensidad y falta de control, puede ser perjudicial tanto para la persona enojada como para los demás.
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Cuando se le preguntó cómo controlar el enojo explosivo, el licenciado Alcázar destacó que es posible cambiar este patrón de comportamiento. Sugirió llevar un diario de enojo, donde se registren las situaciones que lo desencadenan y la intensidad del enojo. Esto ayuda a tomar conciencia de los patrones de enojo y es un primer paso para reducirlos.
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Además, el experto enfatizó la importancia de comprender a quién se está lastimando con el enojo. A menudo, las personas que se enojan con frecuencia dañan a quienes más cercanos a ellos, como familiares y amigos. Reconocer este impacto negativo puede motivar el cambio.
El especialista también abordó la pregunta sobre si es bueno enojarse. Explicó que el enojo puede ser una respuesta natural y saludable a ciertas situaciones, siempre que se exprese de manera pacífica y respetuosa. Sin embargo, cuando el enojo se convierte en explosivo y constante, puede tener efectos perjudiciales en la salud, como problemas estomacales, dentales y cardiovasculares.
El experto advirtió sobre la búsqueda de problemas, donde algunas personas buscan provocar conflictos. En estos casos, la agresión y el enojo se convierten en una herramienta para lastimar a los demás. Es fundamental reconocer esta dinámica y evitar caer en ella.
Finalmente, el licenciado Alcázar destacó que el enojo se convierte en una enfermedad cuando crea más problemas que soluciones en la vida de una persona y afecta sus relaciones con los demás. El reconocimiento de este problema es el primer paso hacia la mejora.
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