El único camino viable para que Viva Air pueda continuar operando es que la Aerocivil permita que la compañía pase a formar parte de un grupo de aerolíneas más grande y fuerte.
Ese fue el contundente mensaje que envió a través de un comunicado CastleSouth, el tercero independiente que tiene los derechos políticos y está encargado de administrar y gestionar a la aerolínea Viva en este momento.
“Ahora, después de más de seis meses de espera para la aprobación de la transacción por parte de la Aerocivil, durante los cuales hubo un rechazo inicial de la transacción propuesta, la anulación de todo el proceso debido a que Aerocivil no aplicó el procedimiento adecuado, y el reinicio del proceso ante esa autoridad, Viva Air ha llegado a un punto crítico”, se lee en el comunicado.
CastleSouth es titular de los derechos de voto sobre las acciones de Fast Colombia S.A.S., y junto con sus afiliadas opera como Viva Air.
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Esa compañía aseguró que en varias oportunidades se ha expresado la voluntad de discutir una potencial adquisición de Viva Air, pero que hasta la fecha ninguna compañía ha presentado una oferta.
“Incluso, suponiendo que se pudiera llegar a un acuerdo con un tercero, muy posiblemente la aprobación gubernamental no llegaría a tiempo, tal y como lo hemos visto por la demora en la aprobación pendiente de la transacción actual”, dice el comunicado.
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Por lo que instaron a la Aerocivil a actuar a tiempo para que Viva Air siga volando.
“Al igual que otras aerolíneas, Viva Air luchó por sobrevivir durante la pandemia de COVID-19 y lo continúa haciendo pese al aumento de los precios del combustible, la devaluación del peso colombiano y la alta inflación. A pesar de todos estos desafíos, Viva Air sigue atendiendo a los pasajeros colombianos y tiene la esperanza de un futuro más sólido como parte de un grupo de aerolíneas más grande y fuerte”, agregan.
Según CastleSouth, Viva Air se enfrenta ahora a la pérdida de algunos aviones por cuenta del retraso en la aprobación por parte de la Aerocivil. Lo que representa una pérdida directa de ingresos para la aerolínea.
“Reduce las opciones de viajar para miles de colombianos, y pone en riesgo los puestos de más de 1.000 trabajadores directos altamente calificados y bien remunerados, así como los de aproximadamente otros 8.000 trabajadores indirectos en Colombia por el efecto multiplicador que esto conlleva”, finalizan.
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