Todos a dieta: así funcionarán los impuestos a bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados

Aliste el bolsillo porque los nuevos impuestos saludables le pegarán aún más a la canasta familiar afectando las bebidas azucaradas, pero también los alimentos producidos por la industria.

Gaseosa sin azúcar, por favor

El texto de la reforma es bien enredado, pero básicamente usted tendría que pagar un impuesto de 180 pesos por un litro de gaseosa convencional, que usualmente tiene unos 70 gramos de azúcar.

Sin embargo, hay bebidas que pagarán más. Por ejemplo, una lata de energizante suele tener 52 gramos de azúcar y el impuesto a cargo por esa lata sería de 1.351 pesos (aproximadamente).

El impuesto tiene tarifas que varían dependiendo de la cantidad de azúcar y se calcula según el tamaño de la bebida.

Aplica para gaseosas, energizantes, bebidas en polvo, bebidas deportivas, zumos, néctares de fruta, bebidas tipo malta y aguas saborizadas. Las bebidas sin azúcar no pagan nada.

¿Paquetito? No, gracias

La reforma incluye un impuesto del 10 % sobre el valor de los alimentos ultraprocesados y se considera que un alimento es ultraprocesado cuando es un producto de la industria con alto contenido en azúcares añadidos o edulcorantes.

“La mayoría de estos productos contienen pocos alimentos enteros o ninguno. Vienen listos para consumirse o para calentar y, por lo tanto, requieren poca o ninguna preparación culinaria”, señala el texto.

En lista de productos a los que aplicaría están: embutidos y conservas de carne, papas fritas, patacones, chicharrones y snacks empacados, barquillos, obleas, waffles, helados, chocolatinas, arequipe, cereales de caja, salsas y sopas.

En Colombia ya existe una regulación que indica en qué momento se considera que un alimento tiene exceso en azúcar y esos alimentos deben tener el etiquetado de advertencia.

El impuesto no aplica a los ultraprocesados altos en grasas o en sal.

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