La Superintendencia de Sociedades le puso punto final esta semana a la intervención por captación ilegal contra Estraval y la mayoría de compañías involucradas en el escándalo de las libranzas.
Según los documentos del expediente, los afectados recibieron una devolución de más de 90.000 millones de pesos en dinero en efectivo y otros 150.000 millones de pesos en distintos bienes, incluyendo el lote Santa Lucía de las Peñas. Aún así no pudieron recuperarse otros 326.000 millones de pesos que fueron entregados por los inversionistas.
El caso se remonta al 2016, cuando Estraval dejó de pagar los rendimientos que prometió a sus clientes a cambio de una supuesta inversión en libranzas.
Sin embargo, lo que logró demostrar la Supersociedades es que varios de los pagarés de las libranzas fueron ‘gemeliados’, ‘alterados’ o ‘inventados’ y que en lugar de un esquema de inversión, lo que tenía Estraval era un esquema de captación ilegal de dineros del público, es decir, una pirámide.
Aunque el proceso termina oficialmente en este punto, para todas las personas naturales que fueron intervenidas y para casi todas las sociedades vinculadas al proceso no desaparece su obligación solidaria.
Es decir, si en algún punto se descubren bienes en manos de Cesar Mondragón o de alguno de sus socios intervenidos, podrán ser entregados a los afectados.
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Actualmente el liquidador de la firma, Luis Fernando Alvarado, intenta recuperar algunas utilidades que los socios de Estraval transfirieron a una sociedad en los Estados Unidos.
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