
"Aumentar las retenciones en la fuente puede ayudar a solventar el problema de caja del Gobierno , pero redundará en una caída de ingresos fiscales en un futuro dado que las retenciones son anticipos de impuestos. Además, una mala calibración puede afectar la liquidez y estabilidad financiera de las empresas", escribió en su cuenta de X el presidente de Anif José Ignacio López.
Hay polémica por la propuesta del Gobierno nacional de adelantar el recaudo de impuestos a través de un mayor cobro retenciones.
En medio de las limitaciones fiscales del Gobierno nacional, el Ministerio de Hacienda está proponiendo un decreto que eleva las tarifas de retención en la fuente para el grueso de los sectores económicos, pero especialmente para los relacionados con la agricultura y el café. En otros sectores, además, se reduce el umbral a partir del cual se empiezan a cobrar las retenciones en la fuente, lo que significa que, en términos prácticos, un mayor número de transacciones van a terminar pagando impuestos por adelantado a la Dian.

Cada año, cuando las empresas y personas reciben ciertos niveles de recursos van llevando un adelanto de impuestos a la Dian, a ese proceso se le conoce como retención en la fuente. Al final, cuando tienen que declarar sus impuestos, cuentan las retenciones y solamente pagan lo que falte para completar el impuesto final.
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“En diversos sectores de la economía existe una brecha significativa entre las autorretenciones y el impuesto a cargo. Esta diferencia, atribuida principalmente a una tarifa de autorretención que no evoluciona en consonancia con el impuesto a cargo de los contribuyentes, genera un costo de oportunidad para la administración tributaria, que no logra recaudar oportunamente los recursos correspondientes. Este fenómeno es particularmente notorio en actividades donde la relación entre autorretención e impuesto a cargo puede ser incluso inferior al 20 %”, señala el Gobierno en las justificaciones de su propuesta.
¿Cómo funciona la estrategia?
Por un lado, algunos sectores tendrán tarifas más altas de autorretención y, por otro, se va a reducir el umbral de transacciones libres de retención. Eso quiere decir que incluso por transacciones más pequeñas se tendrá que pagar a la Dian.
El aumento de las retenciones en la fuente en 2023 fue una de las principales razones por las cuales el Gobierno no logró cumplir con sus metas de recaudo en 2024 (básicamente, los contribuyentes habían pagado por adelantado). Ahora se podría repetir el problema, pero con un Gobierno que acaba en agosto del 2026.