Sobreoferta y bajos precios, los dolores de cabeza de los arroceros: esto dice la SAC
Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, habló en Sala de Prensa Blu sobre el paro de arroceros y sus implicaciones económicas en el sector.
En reciente entrevista en Sala de Prensa Blu, con Juan Roberto Vargas,Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia
(SAC), destacó el papel esencial que juega el arroz en la economía del país. Aseguró que "del arroz dependen quinientas mil familias y alrededor de dos millones de personas". Este cultivo se presenta no solo como un alimento básico en la dieta de los colombianos, sino también como un pilar de la seguridad alimentaria.
A pesar de su importancia, el sector arrocero se encuentra actualmente bajo presión debido a la sobreproducción y los bajos precios. Bedoya expresa que "la situación actual se ha agravado por el aumento de áreas sembradas y condiciones de mercado desfavorables". Los arroceros se enfrentan a una sobreoferta que, combinada con la disminución de precios, amenaza su sustento.
La protesta de los agricultores
En respuesta a la crisis, algunos agricultores han comenzado a realizar bloqueos en las carreteras. Bedoya enfatiza que "no todos los arroceros apoyan los bloqueos, pero es un llamado de atención sobre la urgencia de actuar". En estos momentos críticos, el Gobierno debe tomar acción y encontrar soluciones efectivas, en lugar de únicamente dialogar.
Paro Arrocero
Foto suministrada
Propuestas para mitigar la crisis
El presidente de la SAC propuso varias medidas para aliviar la crisis del sector. En primer lugar, sugirió que se retome el incentivo al almacenamiento, que permitiría a los molinos retener parte de la producción y contrarrestar la caída de precios. También abogó por un plan de ordenamiento de la producción, evitando que los agricultores siembren más de lo que el mercado puede absorber.
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El Impacto del TLC y la competencia internacional
La situación del arroz también se ve influenciada por el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y la competencia con Ecuador. Bedoya advierte que en "tres años, si no se toman medidas adecuadas, el sector arrocero colombiano podría enfrentar mayores retos debido a una apertura total de mercados". La importación de arroz y su costo también figuran como un punto crítico en la conversación.
Bedoya dejó claro que el futuro del sector arrocero depende de la colaboración entre pequeños y grandes productores, el gobierno y las instituciones. En un entorno donde el riesgo de crisis es inminente, el diálogo y la acción son más cruciales que nunca para asegurar la sostenibilidad y estabilidad de la agricultura en Colombia.