La crisis energética en Colombia ha sido objeto de preocupación a lo largo de los últimos años, y las advertencias sobre un posible racionamiento comienzan a tomar un tono más serio. Con un incremento de la demanda y una oferta que parece estancada, el contralor delegado de Minas y Energía , Germán Castro, ha manifestado la necesidad de abordar esta situación de manera urgente.
"Queremos hacer una labor conjunta y poder tener un tema preventivo que efectivamente no termine golpeando sobre todo a los usuarios de los estratos uno, dos y tres y en un plazo un poco más largo a toda la población colombiana", dijo Castro.
Y agregó, "Generalmente las comercializadoras y distribuidores de energía como son Aire, Afinia y EPM financian a los usuarios de estrato uno, dos y tres mientras llegan los dineros de los subsidios, que en el caso del estrato uno se financia cerca del 70 % del consumo, el 52 y el 15 para el tres y después el Gobierno les paga posteriormente. Hoy en día ese subsidio no pagado es del orden de 3 millones de pesos de energía eléctrica y gas natural domiciliario. Por esta razón, entonces los distribuidores y comercializadores se ven afrontados de pronto si no tienen más músculo financiero"
La falta de proyectos energéticos y la incapacidad de cumplir con los pagos a las generadoras de energía podrían llevar a restricciones en el suministro eléctrico en varias regiones, empezando por el departamento del Cesar.
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¿Habrá racionamiento de energía en Colombia?
La crisis energética resalta la presión sobre el gobierno colombiano para ofrecer soluciones sostenibles. Comisiones en el gobierno se están movilizando para trabajar en planes de pago y en la estructuración de subsidios que verdaderamente beneficien a los estratos más necesitados.
"Miramos la información que se produce a través del gestor del mercado de gas que lo administra la Bolsa Mercantil y hemos consultado y tanto en energía eléctrica como en gas natural, vemos que la oferta y la demanda están al ras. O sea, que cualquier déficit, un problema en un pozo de gas, porque en un tubo o algún incremento de gas estamos limitados y por lo menos ya este mismo año como tal, no hay proyectos nuevos de producción y lo único que nos tiene como a salvo de un racionamiento inmediato", dijo Castro.
Finalmente, la situación exige una atención crítica no solo a la crisis energética que se avecina, sino también a la realidad de los migrantes que buscan una vida mejor. Ambas situaciones demandan respuestas políticas responsables y compasivas que reconozcan las complejidades de la humanidad y el bienestar de la población.
Esto pone de manifiesto la necesidad de un diálogo abierto y la implementación de estrategias que fortalezcan tanto la capacidad energética del país como los derechos de los migrantes que integran su tejido social.
Escuche la entrevista acá:
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