
Se agrava paro arrocero: "Trabajamos a pérdida", dice cultivador
Los arroceros adelantan un paro debido a los bajos precios de la compra. Piden ayuda al Gobierno.

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El paro arrocero que inició el pasado 3 de marzo en Colombia se agrava con bloqueos en puntos clave de los departamentos de Tolima, Huila, Sucre y Meta. La protesta, liderada por productores del sector, responde a la crisis que enfrentan debido a la sobreoferta del cereal, la caída en los precios y la falta de incentivos gubernamentales. Comerciantes de Florencia, Caquetá, ya reportan desabastecimiento de productos básicos, mientras que transportadores denuncian una reducción del 40 % en la operación de terminales terrestres.
Luis Hernando Díaz, pequeño productor de arroz en Saldaña, Tolima, conversó con Mañanas Blu y explicó la difícil situación que atraviesa el sector.
"Nos vimos abocados a tomar medidas de movilización porque los costos de producción son insostenibles", afirmó Díaz, quien posee 2,5 hectáreas de cultivo y asesora técnicamente a otros agricultores.
Los arroceros denuncian que el precio de venta de la carga de arroz paddy verde es de $185.000, mientras que los costos de producción superan los $210.000 por carga, lo que genera una pérdida promedio de $35.000 por unidad.
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Los costos de insumos, agua y otros factores han subido considerablemente, haciendo que el negocio deje de ser rentable
A esto se suma la falta de regulación en las siembras y la eliminación del incentivo al almacenamiento, un mecanismo que permitía retirar del mercado los excedentes de arroz para estabilizar el precio. Rafael Hernández, gerente general deFedearroz , explicó que la desaparición de esta medida ha impactado negativamente a los productores.
"El precio actual no alcanza a cubrir los costos de producción, entonces están perdiendo dinero", enfatizó.
Otro de los factores que afectan a los arroceros colombianos es el ingreso de arroz importado desde Estados Unidos, Ecuador y Perú, cuyos precios son más bajos debido a los subsidios que reciben los agricultores en esos países. "Hay tratados de libre comercio que han generado una sobreoferta en el mercado nacional", explicó Díaz.
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Los productores han solicitado al Gobierno establecer salvaguardas comerciales para proteger la industria arrocera local, similar a lo que se hizo con las importaciones de acero. Sin embargo, las autoridades han señalado que este es un tema que debe evaluarse en mesas de negociación a futuro.
Los arroceros insisten en la necesidad de fijar un precio mínimo de compra para evitar pérdidas. "No pedimos ganancias extraordinarias, pero al menos que no sigamos perdiendo", comentó Díaz.
Actualmente, los precios son determinados por los grandes molinos del país, como Diana Corporación, Organización Rueda Florhuila y Molino Sonora, sin que exista una regulación estatal.
Las protestas continúan y se espera que el Gobierno nacional proponga soluciones concretas en las próximas negociaciones. Entretanto, el país enfrenta un riesgo creciente de desabastecimiento en varios municipios, con consecuencias directas para los consumidores y el sector agroindustrial.
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